

Luis Eduardo González se siente intimidado por Johana Aranda, al cuestionar su fortuna.
Desde hace unos meses habría salido a la luz pública una denuncia sobre los manejos de dinero de la actual alcaldesa de la ciudad de Ibagué, allí el director del medio El Olfato, Luis Eduardo González, manifestó las irregularidades de varias compras de Johana Aranda quien tras sentirse atacada por el medio habría lanzado fuertes amenazas no solo al director sino también al equipo de trabajo sobre la presunta censura de prensa un derecho que debe ser respetado, pero bueno, ante toda esta información y después de más de un mes se pudo conocer que el medio de comunicación optó por radicar un derecho de petición al ver que la actual mandataria de la administración municipal se negara a contestar las preguntas las cuales van dirigidas a explicar el origen de los recursos económicos de su fortuna, pues cabe resaltar que la mandataria antes de obtener dicho cargo habría estado durante 18 meses sin empleo junto con su esposo Juan Arturo Gutiérrez.
Ahora bien, Juan Arturo Gutiérrez hasta el año pasado no podía cubrir con los gastos de su hijo que tuvo en su antigua relación con Paula Salinas y antes de que Aranda se posicionara como mandataria ella habría reportado al Estado que solo contaba con $32.617 en su cuenta bancaria, ante estos conocimientos surgen varias preguntas y entre ellas el cambio radical con respecto a su economía y su ahora actual estilo de vida que viene siendo algo lujoso, asimismo, se pudo conocer que ante el presente derecho de petición la señora Aranda se negó y empezó a lanzar amenazas contra Luis Eduardo a quien ahora piensa judicializar, muchos dicen que dicha acción es catalogada como un mecanismo de defensa para evadir sus actuales investigaciones.
Algunas de las preguntas que realizó el medio de comunicación a la cual ella se negó a responder van relacionadas con la adquisición de la camioneta Mercedes Benz avaluada en $300 millones, también sobre la casa ubicada en el sector El Vergel donde fue obtenida a través de un crédito dado a la excongresista Alba Esther Ramírez, pues se sabe que dicha compra se hizo por $650 millones y en el mercado esta estaría avaluada cerca de $1.200 millones.



