El juez Alexandre de Moraes del Supremo Tribunal Federal de Brasil, de imponer prisión domiciliaria al ex presidente Jair Bolsonaro.
El cerco judicial se estrechó contra el expresidente brasileño y todo por violar una prohibición de uso de redes sociales en el marco del juicio por presunta intentona golpista.
EE.UU. y uno de los más grandes aliados que tiene Bolsonaro no se tardó en reaccionar y señaló que la medida “amenaza la democracia”.
Washington condenó la prisión domiciliaria contra el expresidente: «Dejen a Bolsonaro hablar», indicó la noche del lunes en X la oficina para el hemisferio occidental de la diplomacia estadounidense.
Los funcionarios estadounidenses añadieron que «responsabilizarán a todos aquellos que colaboren con o faciliten conductas sancionadas».
De qué se le acusa a Bolsonaro:
El exjefe de Estado de Brasil está siendo juzgado en el Tribunal Supremo acusado de conspirar para aferrarse al poder tras perder las elecciones de 2022 ante el presidente Luiz ugnacio Da Silva.
Investigado por una presunta obstrucción de su juicio, desde mediados de julio Bolsonaro está obligado a llevar una tobillera electrónica, permanecer en casa por las noches y los fines de semana, y le está prohibido expresarse en redes sociales, ya sea directamente o a través de terceros.
El magistrado Alexandre de Moraes, a cargo del proceso contra Bolsonaro ante la corte suprema, confinó al expresidente a su residencia en Brasilia, alegando un «reiterado incumplimiento de las medidas cautelares impuestas», en especial la prohibición de usar redes sociales.
Con excepción de sus abogados, toda visita a su domicilio quedó proscrita y salvo previa autorización.
«La justicia no permitirá que un acusado la considere una tonta, creyendo que permanecerá impune por tener poder político y económico», subrayó el juez.
Moraes acusó a Bolsonaro intervenciones divulgadas por su entorno cercano en redes sociales y durante la jornada de manifestaciones en su apoyo en varias ciudades del país.
También le impidió a Bolsonaro el uso de celulares, tanto propios como ajenos.
Manifestaciones en Brasil: “Fuera Lula”
«Fuera Lula” y “Fuera de Alexandre de Moraes”, fueron otros de los gritos que lanzaron los bolsonaristas a en medio de las duras sanciones a los impuestos que impuso Trump a Brasil.
Con la bandera brasileña en la mano o sobre los hombros, decenas de seguidores de Bolsonaro se concentraron la noche del lunes en Brasilia, acompañados de un concierto de bocinas de otros simpatizantes.
La seguridad frente a la sede del Supremo Tribunal Federal fue reforzada.
«Psicópata descontrolado»:
Las nuevas medidas del influyente Moraes ocurren cuando la situación judicial de Bolsonaro está en el centro de un huracán diplomático entre Brasil y Estados Unidos.
El respaldo de Trump a Bolsonaro ha tenido grandes repercusiones en la mayor economía latinoamericana.
El 30 de julio Estados Unidos le impuso a Moraes sanciones financieras personales y luego de que se le revocara la visa de ingreso al país.
El mismo día, Trump autorizó aranceles de 50% a importantes sectores exportadores brasileños, que deben entrar en vigor el miércoles 6.
El hijo del expresidente, el diputado Eduardo Bolsonaro, denunció en X un «abuso de poder para silenciar el líder de la oposición brasileña» y llamó a Moraes un «psicópata descontrolado».
Según Moraes, la prohibición de usar las redes sociales ya había sido violada una primera vez tras la imposición de la tobillera electrónica.
«La justicia es igual para todos. El acusado que incumple deliberadamente las medidas cautelares -por segunda vez- debe sufrir las consecuencias legales»
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