En un giro que ha levantado preocupaciones sobre la libertad de expresión en Venezuela, el presidente Nicolás Maduro ha ordenado la eliminación de una nueva red social en el país, siguiendo una tendencia similar a la observada en Rusia y China bajo los mandatos de Vladimir Putin y Xi Jinping, respectivamente.
La medida, anunciada en una conferencia de prensa realizada el martes, busca la eliminación de la red social “ConectaVenezuela”, la cual, según el gobierno, ha sido utilizada para difundir información «subversiva» y «desestabilizadora«. Maduro argumentó que esta acción es necesaria para proteger la “seguridad nacional” y garantizar que las plataformas digitales no se utilicen para fomentar la oposición al gobierno.
La decisión ha suscitado críticas tanto a nivel nacional como internacional. Organizaciones de derechos humanos y defensores de la libertad de prensa han condenado la medida, advirtiendo que se trata de una escalada en la represión de la disidencia y una restricción aún mayor a las ya limitadas libertades de expresión y acceso a la información en Venezuela.
Este desarrollo sigue a un patrón observado en otros regímenes autoritarios, donde el control de la información y la censura en internet se han convertido en herramientas clave para mantener el poder. Putin y Xi Jinping han implementado políticas similares para regular y limitar la presencia de plataformas de comunicación en sus respectivos países, lo que ha generado una creciente preocupación entre activistas y gobiernos internacionales sobre el impacto de estas políticas en la democracia y la libertad de prensa.
La comunidad internacional está siguiendo de cerca la evolución de la situación en Venezuela, con esperanzas de que la presión externa y la solidaridad con los defensores de derechos humanos puedan influir en el gobierno para revertir esta medida y restaurar el acceso libre a la información.




