Madres inducirían a sus hijas a la pornografía

Según varias denuncias niñas de 14 y 16 años realizan este tipo de contenido en plataformas virtuales.
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La Secretaria de Salud del municipio, Yaned Sierra, alertó sobre una preocupante situación en la que madres estarían implicadas en inducir a sus propias hijas, adolescentes de entre 14 y 16 años, a producir contenido pornográfico en plataformas virtuales. Este alarmante hecho fue divulgado luego de que se recibieran varias denuncias, y Sierra destacó que las autoridades locales ya han puesto en marcha investigaciones y operativos para enfrentar esta problemática.

Denuncias

Yaned Sierra explicó que las primeras alertas sobre estos casos surgieron a través de informes de la Policía de Infancia y Adolescencia, que manifestaron una profunda preocupación por el nivel de organización que algunas mujeres estarían implementando para llevar a cabo esta actividad. Según las investigaciones preliminares, las madres no solo estarían facilitando el acceso de sus hijas a dispositivos tecnológicos y cámaras, sino también adecuando habitaciones en sus propias viviendas para realizar estas actividades, convirtiendo espacios del hogar en entornos preparados para la creación de contenido de índole sexual.

La Secretaria de Salud detalló que en varios casos no solo se estaría involucrando a las propias hijas, sino también a otras menores cercanas, como primas o vecinas, quienes serían invitadas o incluso presionadas para participar en estos contenidos. “La información que tenemos de la Policía de Infancia y Adolescencia es alarmante. Estas mujeres estarían acondicionando habitaciones en sus casas para que las menores pudieran trabajar, permitiendo que otras jóvenes se turnaran para participar en este tipo de actividades», señaló Sierra.

Vulneración

Este tipo de conductas representan una flagrante violación a los derechos fundamentales de las niñas y adolescentes, quienes se encuentran en una situación de extrema vulnerabilidad. La funcionaria Sierra expresó que esta práctica constituye un claro caso de explotación infantil, en el que se somete a las menores a situaciones de abuso emocional, psicológico y físico que pueden dejar graves secuelas a largo plazo.

En sus declaraciones, Sierra indicó que, en algunos de los casos denunciados, las madres no solo permiten la participación de sus hijas en esta actividad, sino que incluso las obligan a hacerlo, ejerciendo una forma de presión que profundiza la violencia contra ellas.


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