La actriz australiana Clare McCann ha desatado una controversia mundial tras lanzar una campaña para recaudar 300.000 dólares australianos (826 millones de pesos colombianos) con el objetivo de criogenizar el cuerpo de su hijo de 13 años, quien se suicidó tras sufrir brutal acoso escolar, confiando en que la ciencia del futuro pueda «resucitarlo».
La devastada madre, sumida en un duelo desgarrador, ha decidido apostar por la criopreservación como una última esperanza de recuperar a su hijo, rechazando categóricamente que se trate de una «ilusión nacida del dolor» y defendiendo su decisión como un acto de «esperanza y amor» ante la tragedia más devastadora de su vida.
La campaña ha generado reacciones polarizadas entre quienes consideran esta iniciativa como el resultado de una mente quebrada por el dolor y otros que respetan la desesperación maternal de una mujer que se niega a aceptar la muerte definitiva de su hijo víctima del ciberacoso.
El caso del menor, quien decidió quitarse la vida como escape al tormento escolar, ha puesto nuevamente en evidencia la crisis del bullying que está cobrando vidas de adolescentes en todo el mundo, mientras su madre libra una batalla imposible contra la muerte misma.
Esta historia extrema de una madre que desafía las leyes de la naturaleza para recuperar a su hijo expone hasta dónde puede llegar el amor maternal cuando se enfrenta a pérdidas que el corazón humano simplemente no puede procesar ni aceptar como definitivas.




