Dieciséis meses después del feminicidio de Ana María Serrano, una joven colombo-mexicana, su madre, María Ximena Céspedes, relató el dolor y la lucha que ha enfrentado sin su hija. A pesar de la dificultad, María Ximena afirmó que ya perdonó al presunto feminicida, la expareja sentimental de Ana María.
La madre describió la vida sin su hija como «un dolor horrible», ya que cada rincón de la casa le recuerda a Ana María. Aseguró que la familia sigue esperando justicia y que están a la espera de que se resuelva un amparo para que se pueda iniciar el juicio.
María Ximena expresó su esperanza de que se haga justicia por la muerte de su hija y que se pueda encontrar paz y cierre para la familia.
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