Gonzalo Guerrero, Víctor Rodríguez, José del Carmen Martínez y Diuviseldo Torres Vega.
Un caso estremecedor ha sacudido a Colombia y ha empañado la imagen de uno de sus íconos deportivos más queridos. La Fiscalía General de la Nación confirmó este 15 de junio que los cuerpos encontrados en una finca de Silvania, Cundinamarca, corresponden a Gonzalo Guerrero Jiménez y José del Carmen Rodríguez Martínez, campesinos vecinos del exciclista Luis ‘Lucho’ Herrera, quienes habían desaparecido en el año 2002.
Los restos fueron hallados en un terreno cercano a la finca del excampeón de montaña, lo que ha encendido las alarmas sobre su posible implicación en los hechos. De acuerdo con declaraciones de exparamilitares desmovilizados del Bloque Centauros, Herrera habría contratado a estos grupos armados para desaparecer a los campesinos, acusándolos falsamente de insurgencia. La supuesta transacción habría incluido el pago de 40 millones de pesos, con el objetivo de apropiarse de las tierras de las víctimas.
El caso, que permaneció en la impunidad durante más de dos décadas, fue reabierto gracias a la insistencia incansable de las familias de los desaparecidos. A pesar de las amenazas recibidas y del poder simbólico que rodeaba al deportista, los familiares nunca dejaron de buscar justicia. La reciente identificación genética de los cuerpos permitió cerrar una larga incertidumbre y reavivar el proceso judicial.
Actualmente, la investigación avanza y no se descarta que pueda derivar en imputaciones por delitos de lesa humanidad, dada la presunta vinculación con estructuras paramilitares. El país observa con asombro cómo una figura que fue emblema del deporte nacional se encuentra ahora en el centro de uno de los casos judiciales más delicados de los últimos años.