El hallazgo del cuerpo sin vida de un hombre frente a una estación de combustible ha conmocionado a la comunidad del sector residente en zona rural del municipio de Tumaco en el departamento de Nariño.
Según las primeras informaciones el hallazgo se realizó en la tarde del domingo 18 de mayo de 2025, por parte de algunos residentes del sector El Gualtal, en Tumaco, quienes alertaron sobre la presencia de un cuerpo sin vida tendido frente a una estación de combustible. Al parecer se trataba del cadáver de un hombre identificado preliminarmente como Franklin Angulo, oriundo del kilómetro 80 y residente en la vereda Caunapí. El cuerpo aparentemente estaba amarrado y presentaba evidentes señales de violencia, lo que sugiere que fue víctima de un acto brutal.
Versiones extraoficiales que circularon rápidamente entre vecinos y en redes sociales señalaban que el crimen estaría relacionado con un presunto caso de abuso sexual contra una menor de edad, una hipótesis que generó indignación y comentarios polarizados esto teniendo en cuenta que el cuerpo sin vida tenía un cartel que decía: “por biolador, a las mujeres no se tocn sin su permiso menos una niña”.
El cuerpo fue trasladado desde esa población donde se presentaron los hechos hasta el Cementerio de Tumaco por una funeraria. Al recibir el cuerpo, agentes de la Sijín efectuaron la inspección técnica y el posterior levantamiento.
En medio del revuelo social que provocó el hallazgo, familiares del fallecido salieron al paso de los rumores, negando de manera contundente cualquier vínculo de Franklin con actos de abuso o violencia sexual. A través de una declaración difundida en redes sociales, uno de los hijastros del hombre afirmó: “para todas esas personas que festejan la muerte de este señor, están todos equivocados. Eso es una farsa. El señor que ven ahí fue mi padrastro, y tengo hermanas y un hermano que es hijo de él. En todos los años que pasamos juntos, nunca llegó a faltarnos al respeto ni a tocar ni a irrespetar a nadie”.
La misma persona acusó públicamente a una mujer quien sería la expareja sentimental de Franklin, de haber orquestado una falsa acusación por venganza personal y de estar presuntamente detrás del homicidio. Según esta versión, el conflicto habría comenzado después de que el occiso al parecer decidiera terminar su relación con ella. Las acusaciones, hasta el momento, carecen de soporte legal o judicial.
Finalmente se estableció que al parecer la víctima presentaba anotaciones como indiciado, por el delito de conservación o financiación de plantaciones de uso ilícito desde el año 2009.
