La comunidad académica, aun lamenta la partida de Alfonso Pérez Preciado, exrector de la Universidad Pedagógica y Tecnológica, UPTC.
Su muerte se produjo debido a que el boyacense venía padeciendo, al parecer, algunos quebrantos de salud gracias a su avanzada edad, por lo que asistía a controles médicos. Pero en esta última oportunidad, su salud ya no aguantó y terminó entregándose a los brazos de la muerte.
Con su partida, amigos y familiares trajeron al presente los recuerdos de la academia y lo que le aportó en vida a ello.
En los años 1984, la Universidad Pública del departamento de Boyacá hasta ahora se venía conformando, por lo que eran muchas las necesidades que tenía, en materia de infraestructura, investigación y formación de profesores. Pero fue en aquel año, cuando vieron en Pérez Preciado, las capacidades necesarias para liderar tan importante Institución de Educación Superior.
De esta manera, fue nombrado como rector del Alma Mater como muchos le dicen, liderando importantes inversiones y proyectos para brindarles a los jóvenes boyacenses una oportunidad de estudiar de forma profesional y económica.
Asimismo, con el apoyo del Ministerio de Educación, Pérez Preciado logró aportar su granito de arena para consolidar a la Universidad como una de las mejores del departamento.
El hombre estuvo casado con la señora Bárbara Margarita Hernández, con quien tuvo dos hijos, Leonardo y Claudia, a quien les heredó el conocimiento y las ganas de luchar por los ideales de los demás.
Frente al fallecimiento, la Universidad se pronunció, lamentando la muerte del docente “Hoy ya no está con nosotros en cuerpo presente, pero su legado prevaleció por siempre en medio de su familia”.
Agregaron “Era un modelo de honestidad y valor del deber que hoy le conceden todos aquellos quienes trabajaron a su lado y tuvieron la oportunidad de conocerlo. Hacemos llegar a sus familiares y allegados, nuestras más sentidas palabras de condolencias por tan irreparable pérdida, con el deseo que Dios les otorgue su gracia para conseguir la resignación y el consuelo”.
Personas que laboraron con el funcionario, mostraron también sus condolencias al enterarse de la noticia, recordándolo como un hombre fiel a sus principios, quien siempre le gustó trabajar por el bien común.
