La capital boyacense enfrenta una creciente preocupación por el alarmante incremento en los casos de suicidio registrados en los últimos días. En menos de dos semanas, al menos cuatro personas atentaron contra su vida en distintos sectores de la ciudad, lo que ha encendido las alertas de autoridades locales, especialistas en salud mental y comunidad en general.
Hechos
El caso más reciente ocurrió en el barrio El Dorado, donde, según versiones preliminares, un guarda de seguridad identificado como Pedro Torres Panqueva fue hallado sin signos vitales en su lugar de residencia, donde al parecer el hombre se habría suspendido de una cuerda. Las autoridades judiciales, acompañadas por unidades del CTI, realizaron el levantamiento del cuerpo y dieron inicio a la investigación correspondiente. Aunque se manejan hipótesis sobre una decisión voluntaria, los hechos continúan siendo materia de verificación.
Este nuevo hecho se suma a otros tres casos ocurridos en diferentes puntos de la ciudad, en circunstancias que también sugieren desenlaces autoinfligidos. Sin embargo, la identidad de las víctimas no ha sido revelada por respeto a sus familias y como parte del manejo reservado que exige la situación.
Desde la Secretaría de Salud de Tunja, voceros expresaron su inquietud por la frecuencia de estos eventos, e hicieron un llamado a reforzar la atención psicosocial y los mecanismos de prevención en la población, especialmente entre jóvenes y trabajadores sometidos a altos niveles de estrés. “Es necesario dejar de considerar la salud mental como un tema secundario. Cada vida perdida refleja una necesidad no atendida”, afirmó un funcionario del área.
Por su parte, la Policía Metropolitana de Tunja indicó que se incrementarán los patrullajes preventivos en zonas residenciales y espacios públicos, al tiempo que se fortalecerá el trabajo conjunto con entidades de salud y bienestar social.
