Luis Enrique sigue escribiendo páginas doradas en su carrera como entrenador. El técnico asturiano llevó al Paris Saint-Germain a un nuevo título tras vencer al Tottenham en la Supercopa de Europa, un triunfo que no solo le otorgó un trofeo más a las vitrinas del club, sino que le permitió igualar nuevamente el histórico récord del “quintete”, un logro reservado para muy pocos en la élite del fútbol.
El estratega español ya había alcanzado esta hazaña en 2015 con el FC Barcelona, cuando conquistó la Liga, Copa del Rey, Champions League, Supercopa de Europa y Mundial de Clubes en una misma temporada. Ahora, casi una década después, Luis Enrique repite el hito en otro contexto y con un equipo completamente distinto, reafirmando su capacidad para liderar proyectos ganadores.
La final contra el Tottenham no fue sencilla. El PSG tuvo que remar contracorriente tras ir perdiendo 0-2 hasta el minuto 85, pero un gol de Lee Kang-in y otro agónico de Gonçalo Ramos en el tiempo añadido llevaron el duelo a los penales, donde el equipo parisino se impuso 4-3. Para Luis Enrique, esta remontada es un reflejo del carácter competitivo que intenta imprimir a sus jugadores.
Fuentes cercanas al vestuario aseguran que el técnico había motivado al plantel con la idea de que esta Supercopa era “el primer paso” para otro año perfecto. Su discurso, directo y cargado de ambición, habría calado hondo en la plantilla, que ya empieza a creer en la posibilidad de repetir una temporada soñada.
Más allá de los números y las estadísticas, el logro tiene un valor simbólico enorme: demuestra que el estilo de Luis Enrique no depende exclusivamente de un club o de una generación de futbolistas, sino de su capacidad para adaptar su filosofía a diferentes contextos y maximizar el rendimiento de sus plantillas.
Con este título, el técnico asturiano no solo engrandece su legado, sino que también se coloca en una posición privilegiada para pelear por todos los frentes esta temporada. Liga, copa, Champions y Mundial de Clubes son ahora el nuevo horizonte de un PSG que quiere hacerlo todo a lo grande.
Luis Enrique ha dejado claro que no se conforma con el presente: su mirada ya está puesta en el siguiente reto. Y si algo ha demostrado es que cuando él se propone alcanzar la gloria, la historia tiende a repetirse.
