El Paris Saint-Germain hizo historia este sábado 31 de mayo al conquistar su primera Champions League con una contundente victoria 5-0 sobre el Inter de Milán. Pero más allá del logro deportivo, los reflectores se centraron en Luis Enrique Martínez. El entrenador español no solo alcanzó un hito con el club parisino, también cumplió una promesa íntima: dedicarle el triunfo a su hija Xana, fallecida hace cinco años. Luis Enrique cumple la promesa: homenaje a su hija Xana tras ganar la Champions.
La imagen de Luis Enrique con una camiseta negra, con el logo de la Fundación Xana y un diseño basado en un dibujo de su hija, se convirtió en el símbolo más poderoso de la final. Fue un gesto de amor, memoria y resiliencia.
Xana: la lucha contra el osteosarcoma que marcó al técnico
Xana Martínez tenía solo nueve años cuando fue diagnosticada con osteosarcoma, un agresivo cáncer óseo. Su batalla contra la enfermedad duró apenas cinco meses. En agosto de 2019, Luis Enrique confirmó su fallecimiento con un mensaje que conmovió al mundo del fútbol. Para acompañarla durante su tratamiento, el técnico renunció a su cargo como seleccionador de España.
Desde entonces, la figura de Xana ha estado presente en cada paso de su carrera. La Fundación Xana, creada en su honor, apoya a niños y familias que atraviesan enfermedades graves. “Xana vino a vivir con nosotros nueve años maravillosos. Nos dejó recuerdos, vídeos, momentos increíbles”, dijo el entrenador en su documental No tenéis ni **** idea.
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Un estadio conmovido: pancartas, camisetas y lágrimas
Al finalizar el partido en Múnich, los hinchas del PSG desplegaron una pancarta gigante con una ilustración que hizo llorar a todos: Luis Enrique clavando la bandera del PSG bajo la mirada de su hija. Era una recreación de la histórica foto de 2015, cuando Xana acompañó a su padre en la consagración del FC Barcelona en la Champions.
Luis Enrique, emocionado, declaró ante los medios: “Xana está con nosotros todos los días. Hoy estaría corriendo por aquí, aunque ya sería un poco más grande. Este triunfo es también para ella”. El mensaje llegó tan profundo que incluso los comentaristas Mariano Closs y Diego Latorre no pudieron contener las lágrimas en plena transmisión.
Más que un título: una historia de amor eterno; Luis Enrique cumple la promesa: homenaje a su hija Xana tras ganar la Champions
Para Luis Enrique, esta Champions no solo representa un logro deportivo. Es la culminación de una promesa, un símbolo de fortaleza y una lección de amor paternal que trascendió el deporte. Aquel día, el fútbol no solo vio al PSG levantar su primera ‘Orejona’, también fue testigo de cómo un padre mantuvo viva la memoria de su hija en el escenario más grande del continente.
“Xana sigue viva, porque cada día hablamos de ella, nos reímos, la recordamos. Y sé que nos ve”, concluyó el técnico, visiblemente conmovido.
