Aunque Colombia ha hecho avances en la tarea que tienen todas las naciones de erradicar el trabajo infantil, aún queda terreno por recorrer.
En la coyuntura del 12 de junio, cuando se conmemora el Día Mundial contra el Trabajo Infantil, el Ministerio de Trabajo mostró algunas cifras, según las cuales, si bien entre 2018 y 2021 salieron 260.000 niños de la condición de trabajo infantil, aún quedan 507.846, incluyendo adolescentes.
Se trata de un fenómeno que no solo afecta la salud física y mental de los menores de edad, sino que les pone una talanquera a sus posibilidades de desarrollo individual para intentar salir de la pobreza.
La reducción no es suficiente
Según las cifras entregadas este domingo por el Ministerio de Trabajo, la disminución de la tasa de trabajo infantil en el país, en tres años, ha sido de 1,3 %.
La tasa de trabajo infantil en el total nacional era de 6,1 % en 2018, según la más reciente medición del Dane, mientras que en el cuarto trimestre 2021 se vio la reducción, pues la tasa está en 4,8 por ciento.
Las acciones en Colombia para tratar de reducir este panorama, que en muchas ocasiones está ligado a la pobreza, son principalmente pedagogías como se llevó a cabo el último fin de semana en Villavicencio.
Con una actividad de sensibilización en el Parque de La Memoria, dirigida a las familias que transitaron por la recreovía, la Alcaldía se unió a la conmemoración del Día Mundial Contra el Trabajo Infantil.
El objetivo de esta actividad era que las familias hicieran parte de actividades como rumba, zumba, juego con aros, salto con cuerda, pintucaritas, dibujos para pintar y ruleta, para recordar que los derechos de los niños, niñas y adolescentes no debe ser vulnerados y que es urgente proteger a la niñez de cualquier tipo de trabajo.
¿La situación justifica el flagelo?
Las familias vulnerables, en medio de las dificultades económicas, eligen poner a trabajar a los menores para que contribuyan a la generación de ingresos del hogar. El problema es que, de esa manera, lo que se logra es continuar los círculos de pobreza, pues el niño y adolescente pierde la oportunidad de tener una educación que lo saque de la condición.
Uno de los casos más dramáticos en el trabajo infantil está en el campo, donde está la concentración del problema. Según el reciente reporte del Dane, 231.000 de los más de 500.000 casos se registran en las áreas rurales.
El Ministerio de Trabajo señala que en este año se avanza en el refuerzo a los territorios a través de talleres presenciales y virtuales sobre el Manejo de la Herramienta SIRITI (Sistema Integrado de Registro e Identificación de Trabajo Infantil), dirigidos a los CIETIS departamentales y municipales de todo el país, con el fin de afianzarlos en la construcción de los diagnósticos de focalización de zonas de influencia en trabajo infantil para el nuevo levantamiento de línea de base,
Actualmente, se encuentran registrados en la plataforma SIRITI un total de 10.485 niños, niñas y adolescentes, los cuales están en proceso de verificación por parte de las autoridades locales para verificar su situación
La ciudadanía se pregunta ¿Cómo puedo aportar a la lucha contra el trabajo infantil?
Según el ICBF, es muy importante denunciar siempre que sea testigo de un caso de trabajo infantil y que pase la voz entre la comunidad sobre los grandes riesgos y daños que este flajelo implica para los niños, niñas y adolescentes.
También puede convertirse en un consumidor responsable y evitar la compra de productos en cuya cadena de producción, has evidenciado trabajo infantil.




