Al final de una larga y extenuante temporada, los Golden State Warriors, dirigidos por el múltiple campeón con los Chicago Bulls en la década del ’90 Steve Kerr, se han impuesto a los Boston Celtics 4 partidos a 2 cumpliendo la vasta mayoría de los Pronósticos NBA para ganar el cuarto anillo en los últimos 8 años para la franquicia.
Golden State dominó el sexto juego
Los Warriors cerraron la llave en el TD Garden de Boston, Massachusetts con una actuación superlativa de varios jugadores. Por un lado, Steph Curry tuvo una noche encendida, como nos tiene acostumbrados, anotando 34 y aportando 7 rebotes y 7 asistencias. Pero lo que los números no muestran es como Curry destrozó las esperanzas de los Celtics a base de triples quirúrgicos: cada vez que el equipo de Boston iniciaba una remontada, Steph deba una estocada desde el perímetro, desalentando los esfuerzos del equipo verde.
Golden State acabó imponiéndose 103 a 90, y además de Curry, quien fuera el máximo anotador para su equipo, Andrew Wiggins tuvo una noche fantástica en la faz ofensiva (18 puntos), como en la defensiva. El joven Jordan Pool aportó su parte con 15 puntos, mientras que Draymond Green, muchas veces criticado injustamente, fue la presencia física más importante del partido con sus 12 rebotes y canastas en momentos críticos.
La defensa de Golden State ha sido superlativa, si bien no representa una de las virtudes fácilmente destacadas de este equipo. En esta serie contra Boston, mantuvieron en 3 oportunidades a los Celtics por debajo de los 100 puntos, y en el sexto juego forzaron la astronómica suma de 26 pérdidas, la segunda mayor cifra en los últimos 25 años de finales.
Unos Boston Celtics que fueron de más a menos
El tercer partido de la serie fue decisivo para marcar un cambio en la marea entre estos dos equipos, y si bien el poderío ofensivo de los Warriors es de temer, cuesta creer cómo Boston dilapidó tantas posesiones. Jayson Tatum fue el mayor ausente de la noche, con apenas 13 puntos y 3 rebotes, lejos de la producción que se podía esperar de él. Lo mismo puede decirse de Marcus Smart, errático y desconocido en la marca. Los que si acudieron a la cita fueron Jaylen Brown (34 puntos, 7 rebotes, 3 asistencias) y el dominicano Al Horford, con su mejor actuación en estas finales, con 19 puntos y 14 rebotes. Estos dos jugadores fueron los únicos que dieron la talla y permitieron a los Celtics soñar con la posibilidad de una remontada.
Steph Curry: jugador más valioso y tirador más prolífico de la historia
El cuarto título de esta generación de Golden State cimentó la obtención de la gloria deportiva de Steph Curry, que mostró un instinto letal de cara al aro, y encontró un nuevo nivel a su juego. Nunca dejó que el partido se les escapara de las manos
A diferencia de lo que ocurrió con los últimos dos anillos de la NBA que ganó, no hay duda que este equipo de los Warriors es “su equipo”, no solo por el afecto que le tienen sus compañeros, sino porque es indudablemente el mejor jugador que tienen en la plantilla. Con su trofeo de MVP (jugador más valioso), logró la distinción personal que le estaba faltando para situarse en el olimpo de los mejores jugadores de la historia del deporte. No cabe duda que, como tirador, no tenía rival en dicha categoría.
