La competencia por alcanzar mayores velocidades en los trenes de alta tecnología continúa marcando el futuro del transporte ferroviario. En países como Japón, China y Francia, los avances en ingeniería han permitido superar los límites de la movilidad terrestre, ofreciendo viajes más rápidos, seguros y sostenibles.
El tren más veloz del mundo es actualmente el maglev japonés L0 Series, que utiliza levitación magnética para desplazarse sin contacto con las vías, alcanzando velocidades superiores a los 600 kilómetros por hora en pruebas. En China, el maglev de Shanghái mantiene el récord de operación comercial con una velocidad máxima de 431 km/h, conectando el aeropuerto con el centro urbano en apenas siete minutos.
Europa también lidera en tecnología ferroviaria con el TGV francés y el ICE alemán, que superan los 320 km/h en rutas regulares. En España, el AVE mantiene una de las redes más extensas y eficientes de alta velocidad del continente, con trenes que alcanzan hasta 310 km/h.
Los expertos señalan que el futuro del transporte estará dominado por los sistemas magnéticos y eléctricos de última generación, que no solo reducen los tiempos de viaje, sino también las emisiones contaminantes. Con proyectos en marcha en países como Corea del Sur y Estados Unidos, la carrera por el tren más rápido del planeta apenas comienza.
