Aquí te dejamos prácticas clave para tener un cabello sano y cómo mantener el daño lo más lejos posible:
1. Elegir productos adecuados
El primer paso es elegir los productos que mejor se adapten a las necesidades de tu cabello. ¿Es seco, graso, se quiebra con facilidad o está teñido? Identificar el tipo de cabello y sus necesidades específicas es crucial. Desde productos hidratantes para cabellos secos hasta fórmulas para cabellos rizados o alisados, elegir lo correcto puede marcar una gran diferencia. Si no estás seguro, consultar con un experto es siempre una buena opción.
2. Aplicar mascarillas de acondicionamiento profundo
La hidratación y nutrición son esenciales para un crecimiento capilar saludable. Las mascarillas de tratamiento profundo deben ser parte de tu rutina de cuidado capilar, aplicándolas una o dos veces por semana. Puedes optar por productos comerciales o preparar tus propias mascarillas con ingredientes naturales como palta, aceite de oliva o aloe vera, que proporcionan una hidratación profunda.
3. Cuidar el cuero cabelludo
El estado de tu cabello depende directamente de la salud del cuero cabelludo. Exfoliarlo una vez al mes ayuda a eliminar células muertas, restos de productos acumulados y exceso de grasa. Esto mejora la oxigenación de los folículos pilosos y previene afecciones como caspa, picazón y cuero cabelludo seco. Un detox capilar mensual puede ser el aliado perfecto para una melena más saludable.
4. Evitar la fricción
La fricción es una de las principales causas del quiebre del cabello. Para reducirla, es recomendable sustituir los elásticos convencionales por scrunchies, broches o vinchas de tela. Además, cambiar la funda de almohada de algodón por una de seda o satén también minimiza el daño. Y, por supuesto, lo mejor es dormir con el cabello suelto para evitar que se rompa durante la noche.
5. Limitar el uso de herramientas de calor
El calor excesivo, como el de planchas, rizadores y secadores, puede deshidratar y debilitar el cabello. Si bien es difícil resistirse a estos estilos, lo mejor es utilizar productos protectores de calor y no abusar de su uso. De ser posible, permite que tu cabello se seque al aire o usa una temperatura baja en las herramientas.
6. Comer bien para nutrir tu cabello
Una dieta balanceada también es fundamental para un cabello saludable. Incorporar alimentos ricos en vitaminas A, C, E, y biotina, además de ácidos grasos esenciales, como los que se encuentran en los frutos secos, el aguacate, el pescado y las verduras de hoja verde, puede mejorar la salud capilar desde adentro.
7. Evitar la exposición excesiva al sol
La exposición prolongada al sol puede dañar la fibra capilar, dejándola opaca y quebradiza. Usa sombreros o productos capilares con protección solar para mantener la salud de tu melena, especialmente en los meses más cálidos.
