Starlink tiene un problema a futuro.
Los expertos en ASTRON señalan que los satélites están «cegando« a los radiotelescopios, lo cual podría dificultar la exploración de galaxias distantes, agujeros negros y exoplanetas. «A medida que se presentan más de estos satélites con este tipo de niveles de emisión, vemos cada vez menos del cielo«, dijo a la BBC la responsable de ASTRON, Jessica Dempsey.
Como se indica, la interferencia entre los nuevos satélites V2 Starlink es 32 veces más intensa que la de la primera generación, superando los límites de emisión establecidos por la Unión Internacional de Telecomunicaciones, añadió Dempsey.
En la actualidad, existen aproximadamente 6.400 satélites Starlink en órbita, lo cual convierte a SpaceX en el principal proveedor de servicios de Internet por satélite. Dado que estos satélites brindan una conexión de banda ancha fundamental para regiones remotas, tales como zonas de conflicto como Ucrania, su impacto en la investigación científica ha generado alarma. Los hallazgos se basaron en un estudio realizado con el radiotelescopio LOFAR en los Países Bajos, que reveló una radiación electromagnética no intencionada en casi todos los satélites V2 Starlink observados. Se dijo que la radiación era 10 millones de veces más brillante que las señales cósmicas más débiles detectadas por los radiotelescopios, lo que llevó a los científicos a advertir que el problema está creciendo a medida que SpaceX continúa lanzando aproximadamente 40 satélites nuevos cada semana, informó la BBC. Robert Massey, subdirector ejecutivo de la Royal Astronomical Society del Reino Unido, instó a actuar con rapidez. “Si algo tan brillante pone en peligro un importante observatorio de radio, tenemos que hacer algo y tenemos que hacerlo rápidamente”, afirmó. Los astrónomos ya han trabajado con SpaceX para abordar las preocupaciones sobre la radiación de los satélites anteriores, pero ASTRON afirma que la nueva generación presenta desafíos aún más graves. Los investigadores piden una normativa más estricta para proteger el trabajo científico de las interferencias de los satélites y creen que SpaceX, como el mayor operador de satélites, podría dar ejemplo en materia de mitigación de la contaminación. “Si esto continúa sin mitigarse, podría convertirse en una amenaza existencial para el tipo de astronomía que hacemos”, advirtió Dempsey. Agregó que acciones simples, como proteger las baterías de los satélites, podrían reducir significativamente los niveles de radiación.




