En Popayán, la memoria ciudadana vuelve a activarse ante el intento de algunos actores políticos de reaparecer en escena, esta vez presentándose como «salvadores» o «alternativas renovadoras», a pesar de haber sido protagonistas o cómplices directos de procesos de privatización que, según muchos, afectaron los intereses públicos.
Se trata de personajes conocidos por haber respaldado decisiones que terminaron debilitando el patrimonio municipal, facilitando el ingreso de actores privados en sectores estratégicos o desmantelando servicios fundamentales en nombre de la «eficiencia».
Hoy, con discursos cuidadosamente diseñados, intentan deslindarse de ese pasado, desconociendo su responsabilidad política o maquillando sus decisiones bajo nuevas banderas. Sin embargo, voces ciudadanas, colectivos sociales y líderes comunitarios insisten en la necesidad de mantener viva la memoria y exigir coherencia.
“Quieren volver como si nada hubiera pasado, como si no hubieran entregado empresas públicas o guardado silencio cuando se vendía el futuro de la ciudad”, expresó una lideresa del sector educativo.
Este escenario ha reabierto un debate sobre la importancia de la memoria política en los procesos electorales y la necesidad de que la ciudadanía exija cuentas claras a quienes hoy, tras el desgaste de la vieja política, buscan reciclarse en nuevos discursos de redención.
En Popayán, donde el desencanto con la política tradicional ha sido creciente, el riesgo no es solo olvidar, sino permitir que quienes contribuyeron a la crisis, vuelvan como solución.
