Los privilegios de Nicolas Sarkozy en prisión: celda individual, visitas de Carla Bruni tres veces por semana y acceso a teléfono

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Si El expresidente francés Nicolas Sarkozy cumple actualmente una condena de un año de prisión efectiva por los delitos de corrupción y tráfico de influencias, en el marco del conocido “caso de las escuchas”. Sin embargo, su paso por la cárcel ha generado debate en Francia por las condiciones especiales de su reclusión.

De acuerdo con medios locales, el exmandatario quien gobernó Francia entre 2007 y 2012 fue ubicado en una celda individual dentro del centro penitenciario de La Santé, en París, donde dispone de comodidades y facilidades inusuales para un interno común.

Entre los privilegios que se le atribuyen figuran visitas personales frecuentes de su esposa, la cantante Carla Bruni, quien lo vería hasta tres veces por semana, así como la posibilidad de utilizar teléfono y material de lectura sin restricciones.

Estas prerrogativas han generado críticas entre algunos sectores políticos y sociales franceses, que las consideran un trato desigual frente a otros reclusos. No obstante, las autoridades penitenciarias argumentan que las medidas buscan garantizar la seguridad del exjefe de Estado, quien enfrenta una condena de alto perfil mediático.

El “caso de las escuchas” se remonta a 2014, cuando la justicia francesa descubrió que Sarkozy y su abogado, Thierry Herzog, intentaron obtener información confidencial de un magistrado a cambio de favores profesionales, lo que derivó en un proceso judicial que culminó con su condena definitiva.

A pesar de su situación judicial, Sarkozy mantiene apoyo político entre sectores conservadores y continúa teniendo influencia en los círculos de poder de la derecha francesa.


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