Los inversores pierden credibilidad en el gobierno de Lula da Silva

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Las medidas del Banco Central no logran detener la crisis económica en Brasil, mientras el real se desploma y los mercados pierden estabilidad. La economía de Brasil enfrenta una de sus peores crisis en años. La pérdida de confianza de los inversores en el gobierno del presidente Luiz Inácio Lula da Silva ha intensificado el pánico financiero, mientras el real brasileño alcanza mínimos históricos y las medidas del Banco Central parecen insuficientes para frenar la caídA.

Un panorama económico crítico en Brasil

El desplome del real, que ha perdido un 21 % frente al dólar en las últimas cuatro sesiones, pone en evidencia la fragilidad económica de Brasil. Según Sergey Goncharov, administrador de dinero en Vontobel Asset Management, “Brasil se ha convertido en la actual tendencia de ‘vender primero, preguntar después’”, reflejando la incertidumbre en los mercados.

Los problemas económicos no solo afectan a las grandes empresas, sino también a las pequeñas y medianas compañías, que enfrentan graves deudas y bonos impagos. A pesar de las acciones del Banco Central, como el reciente aumento de las tasas de interés en un punto porcentual, los comerciantes y analistas advierten que estas son soluciones temporales que no atacan las raíces de la crisis.


El real brasileño y la fuga de inversores extranjeros

El impacto de la crisis también ha repercutido en la salida masiva de inversores extranjeros. En los últimos días, gigantes financieros como JPMorgan Chase & Co. han abandonado su visión positiva sobre la deuda brasileña en dólares. Asimismo, Credit Agricole SA, que había apostado por el real hace apenas dos semanas, decidió retirarse debido a la volatilidad del mercado.

Olga Yangol, jefa de investigación de mercados emergentes en Credit Agricole, señala que los inversores han perdido toda esperanza de un giro económico bajo el liderazgo de Lula da Silva: “Mientras el actual presidente esté a cargo, parece complicado un cambio en la percepción del mercado”.


Déficit fiscal y medidas insuficientes

Brasil enfrenta un déficit presupuestario anual del 10 %, superando ampliamente las cifras de la primera administración de Lula. En noviembre, el presidente anunció un plan para recortar 70 mil millones de reales en gasto anual, pero esto se vio acompañado de nuevas exenciones fiscales, lo que agravó las dudas sobre la sostenibilidad económica del país.

El Congreso, por su parte, discute diluir aún más la propuesta, argumentando su impacto potencial en los programas sociales. Esto ha generado tensiones adicionales en los mercados, donde los inversores exigen medidas más contundentes para estabilizar la economía.


El futuro económico de Brasil en riesgo

A pesar de ser la economía más grande de América Latina, Brasil enfrenta serios desafíos, como una de las tasas de desempleo más altas de la región y un gasto exorbitante en salarios, que alcanza los 360 mil millones de dólares anuales. Además, el Banco Central ha anunciado que reducirá las tasas al 14,25 % en marzo de 2025, una medida que los analistas consideran arriesgada en medio de la inflación.

La percepción de los inversores es clara: la falta de confianza en las políticas del gobierno de Lula da Silva sigue afectando negativamente a los mercados y al desempeño económico del país.


¿Puede Brasil superar esta crisis económica y recuperar la confianza de los inversores? La incertidumbre prevalece mientras el gobierno enfrenta una creciente presión por tomar decisiones más efectivas.


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