Después de un día agotador, pocas cosas resultan tan reconfortantes como sentarse a la mesa con un plato caliente y sabroso que no haya requerido horas de preparación. Los huevos gratinados al horno cumplen con esa promesa de practicidad y sabor, convirtiéndose en una alternativa perfecta para una cena improvisada, un desayuno tardío o un almuerzo ligero pero completo. Esta receta aprovecha ingredientes comunes, como huevos, mantequilla, leche y queso, para ofrecer una experiencia culinaria reconfortante, ideal para compartir en familia o disfrutar en soledad.
Este platillo combina la suavidad del huevo cocido, la cremosidad de una salsa bechamel casera y el toque crujiente de una capa de queso gratinado. El resultado es un bocado equilibrado que puede servirse acompañado de pan artesanal, ensalada verde o incluso arroz blanco, según el gusto y la ocasión.
Ingredientes sencillos y técnica accesible para todos
Para 3 porciones (2 huevos por persona), necesitarás:
- 6 huevos
- 40 g de mantequilla
- 40 g de harina de trigo
- 500 ml de leche entera
- Sal, pimienta negra y nuez moscada al gusto
- 100 g de queso rallado para gratinar (emmental, gruyere o mozzarella)
- Un poco de mantequilla adicional para engrasar la fuente
Tiempo total aproximado: 35 minutos
- Cocción de huevos: 10 minutos
- Preparación de la bechamel: 10 minutos
- Montaje y gratinado: 15 minutos
Paso a paso: así se prepara esta delicia en tu horno
- Cocina los huevos en agua hirviendo durante 10 minutos. Pásalos por agua fría, pélalos y córtalos por la mitad.
- Mientras tanto, derrite los 40 g de mantequilla en una olla mediana. Añade la harina y cocina durante 2-3 minutos para formar un roux.
- Agrega la leche poco a poco, batiendo sin parar hasta lograr una salsa bechamel espesa y sin grumos. Sazona con sal, pimienta y nuez moscada.
- Precalienta el horno a 200 °C con función de gratinado. Engrasa una fuente refractaria con mantequilla.
- Coloca los huevos con la yema hacia arriba, vierte la bechamel por encima y cúbrelos con el queso rallado.
- Gratina entre 10 y 15 minutos, o hasta que el queso esté fundido, burbujeante y dorado. Sirve inmediatamente.
Lo más destacado de esta receta es su versatilidad: puedes enriquecerla con espinacas cocidas, jamón picado o champiñones salteados sin alterar su esencia.
Valor nutricional y conservación inteligente para días ocupados
Cada porción de esta receta contiene aproximadamente:
- 390 calorías
- 28 g de grasa total (13 g saturada)
- 12 g de carbohidratos
- 22 g de proteína
Este platillo se conserva perfectamente en la nevera por hasta tres días si se guarda bien cubierto, y puede recalentarse en horno bajo sin que pierda su textura.




