A pesar del auge de los vehículos eléctricos, algunas de las marcas más icónicas del mundo automotor apuestan por el renacimiento de los motores de combustión interna. Para 2025, se espera el lanzamiento de varios autos deportivos con gran potencia y propulsores clásicos, según información reciente del sector.
Entre los modelos más destacados está el Aston Martin Vanquish, que regresa con una tercera generación equipada con un motor V12 biturbo de 5.2 litros, capaz de generar más de 800 CV. Este coche promete acelerar de 0 a 100 km/h en apenas 3,2 segundos y alcanzar una velocidad máxima cerca de los 344 km/h.
Por su parte, Porsche prepara una actualización de su 911 GT3 (992.2), con mejoras aerodinámicas, componentes más livianos y una reducción de peso gracias al paquete Weissach, aunque mantiene su legendario motor sin grandes cambios.
Chevrolet no se queda atrás con el Corvette ZR1 C8, que monta un motor V8 biturbo de 5.5 litros (denominado LT7) y generará hasta 1.064 CV usando combustible convencional. Habrá opción con paquete ZTK para optimizar su rendimiento en pista.
En el caso de Ford, el nuevo Mustang GTD aparece como una versión de súper alto rendimiento: su V8 sobrealimentado de 5.2 litros produce 815 CV, y en pruebas registró un tiempo de vuelta récord de 6:57.685 en el circuito de Nürburgring.
Finalmente, Ferrari lanzará el F80, un híbrido de élite que combina un motor V6 biturbo de 3.0 litros con tres motores eléctricos para alcanzar una potencia total de 1.184 CV. Se producirán solo 799 unidades.
Estos lanzamientos reflejan una clara estrategia de las marcas de autos deportivos: mantener viva la experiencia de conducción tradicional, con motores de combustión, al tiempo que incorporan tecnología moderna y mejoras en eficiencia y aerodinámica.




