El país sigue conmocionado por el asesinato de cinco militares en el sur del Cauca, un hecho que ha generado indignación y un llamado urgente a reforzar la seguridad en la región. Más allá del trágico suceso, detrás de cada uno de ellos hay una historia de compromiso, sacrificio y vocación de servicio.
Uno de ellos era el sargento Miguel Ramírez, un hombre que soñaba con ascender en el Ejército para garantizar un mejor futuro a su familia. El soldado Jaime López, de apenas 22 años, había ingresado a la institución buscando estabilidad y un propósito. Cada uno de los caídos deja un vacío en sus hogares, donde hoy sus seres queridos exigen justicia.
El alto mando militar ha reiterado su compromiso con la seguridad en la zona y ha intensificado las operaciones para capturar a los responsables del ataque. Mientras tanto, en diferentes unidades militares del país se han realizado homenajes para recordar a los cinco uniformados que entregaron su vida en cumplimiento del deber.
