¡Los depredadores caen!
En un operativo conjunto entre el Ejército Nacional, la Policía y la Fiscalía General, fueron capturados cuatro sicarios del temido Frente Jaime Martínez, quienes durante años impusieron el terror y la extorsión en la región. Estos sujetos, responsables de graves delitos como el cobro de extorsiones y el terrorismo, fueron detenidos en la vereda Lomitas Abajo, ubicada en el municipio de Santander de Quilichao, luego de una exhaustiva investigación que permitió rastrear su paradero. El golpe certero a esta red criminal marca un avance decisivo en la lucha contra el crimen organizado en la región.
Desarticulación
Los capturados son miembros activos de un grupo armado ilegal que ha venido sembrando el miedo entre comerciantes y habitantes de la zona, específicamente en la vía Panamericana, donde imponían su voluntad mediante amenazas y actos violentos. Durante la operación, las autoridades incautaron elementos clave como motocicletas, autopartes y drogas, los cuales estarían destinados a fortalecer las actividades delictivas del grupo. Estos objetos son evidencia de la magnitud de las actividades criminales que se desarrollaban bajo su mando.
El trabajo de inteligencia y el seguimiento minucioso de los movimientos de los delincuentes, a lo largo de varios meses, culminó en este exitoso resultado. Los sicarios eran responsables de múltiples extorsiones a comerciantes de la región, quienes eran amenazados de muerte si no cumplían con las exigencias del grupo. Además, los capturados están vinculados a diversos actos terroristas que generaron un clima de inseguridad y pánico en la comunidad.
La captura de estos sujetos, además de desarticular una parte importante de la red criminal, también envía un mensaje claro a otros grupos armados ilegales: el Estado no cederá ante el crimen organizado. Con esta operación, las autoridades también han desmantelado una de las principales fuentes de financiación de estos grupos, al neutralizar sus actividades de extorsión y tráfico de drogas. Los capturados ya han sido judicializados y están siendo procesados por los delitos que cometieron, enfrentando la justicia por sus acciones violentas.
