Manuel López Obrador, presidente de México, cumplió cuatro años en el poder y la fecha no la quiso pasar por alto por lo que organizó una marcha multitudinaria.
Este ‘baño de popularidad’ le sirvió para medir el pulzo de cara las próximas elecciones y luego de una año muy positivo para los presidentes de izquierda que se han tomado América Latina.
Lula de Silva, presidente de Brasil fue el más reciente ganador de las elecciones derrotando a Jair Bolsonaro y al que se suma Colombia donde ganó el líder del Pacto Histórico, Gustavo Petro.
El mandatario izquierdista cerró la marcha con un extenso informe en el Zócalo, la plaza principal de Ciudad de México, que se llenó de simpatizantes, según lo informó DW.
En medio de la masiva respuesta de los simpatizantes, López Obrador citó al poeta y político cubano José Martí al mismo tiempo posó con los votantes que decidieron acompañarlo en el Zócalo.
Allí en su balance destacó los millones de beneficiados los programas sociales y que han sido impulsados por su gobierno.
Además que no olvidó su discurso en favor de las clases pobres y en contra de las oligarquía.
A pesar de que su grupo de seguridad le pidió a subir en el carro, él se negó y mientras la multitud lo arropaba-. Todos querían timarse un foto con el presidente mientras le estiraban las manos para saludarlo.
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El mandatario defendió su gestión y recalcó que «no se tocó ni un centavo” del presupuesto público para la marcha, pero no está claro quién pagó tantos autobuses».
Aseguró que no va «a pelear» con Washington salvo que impulse alguna política que ofenda a las 38,5 millones de personas de origen mexicano que viven en ese país.
Bautizó a su modelo de gobierno como «humanismo mexicano«, el que busca -dijo- progreso con justicia y desechar la «obsesión tecnocrática» con las cifras de la economía.
Esta marcha ocurre a los pocos días de otra marcha y que va en contra de la reforma electoral impulsada por López Obrador.
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