Intentando resolver la crisis constante del servicio de acueducto en Villavicencio, el Ministerio de Vivienda, Ciudad y Territorio anunció su respaldo a varios proyectos encaminados a fortalecer la infraestructura hídrica de la ciudad. La ministra Helga María Rivas y el viceministro Edward Libreros Mamby visitaron la Planta de Tratamiento de Agua Potable (PTAP) La Esmeralda, donde expresaron su intención de apoyar iniciativas que permitan mejorar la calidad y continuidad del suministro de agua.
Sin embargo, la gran pregunta sigue en el aire: ¿será suficiente este respaldo para que la Alcaldía cumpla con la promesa de garantizar el acceso al agua, o simplemente se repetirá la historia de corrupción y mal manejo de recursos?
Promesas y respaldo
Durante la visita, el alcalde Alexander Baquero y el gerente de la Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Villavicencio (EAAV), Alejandro Aponte Pinzón, presentaron un diagnóstico del estado actual del acueducto. En la reunión, se acordó el apoyo del Gobierno nacional a la puesta en marcha del desarenador de la PTAP La Esmeralda, un elemento clave para mejorar el proceso de potabilización del agua.
Además, se anunció respaldo para la construcción de una fuente de captación alterna en Santa María La Alta, una obra que, según el alcalde, es esencial dentro del Plan de Desarrollo Municipal. “Nos va a permitir tener una fuente alterna paralela para que podamos fortalecer el caudal del agua y garantizar el servicio a los villavicenses como debe ser”, afirmó Baquero.
El Ministerio también ofreció asesoría técnica y consultorías para revisar posibles mejoras en las bocatomas y en la tubería que alimenta la planta, la cual, según la ministra Rivas, presenta problemas de especificaciones técnicas que deben ser solucionados cuanto antes.
¿Compromiso real?
Si bien el respaldo del Gobierno nacional representa un avance, el historial de promesas incumplidas en torno al acueducto de Villavicencio genera dudas entre la ciudadanía. ¿Será esta la vez en que realmente se realicen las obras necesarias, o estamos ante otro capítulo de anuncios sin ejecución y desvío de recursos?
Los problemas del acueducto en Villavicencio no son nuevos. En administraciones pasadas, múltiples contratos fueron firmados con la promesa de mejorar la infraestructura hídrica, pero el resultado ha sido el mismo: tuberías deterioradas, cortes de agua constantes y proyectos inconclusos. A esto se suma el fantasma de la corrupción, que ha permeado diversas obras públicas en la ciudad y que hace que la confianza de los ciudadanos en estos anuncios sea cada vez menor.




