El Batallón ‘Cacique Pigoanza’, ubicado en Garzón, Huila, ha sido el foco de revelaciones estremecedoras. Exmilitares de la unidad han roto el silencio para ofrecer su testimonio sobre los denominados ‘falsos positivos’. Sus declaraciones, aportadas en un proceso judicial, pintan un panorama sombrío de violencia sistemática y crímenes de lesa humanidad.
Los testimonios detallan un macabro modus operandi que iba desde la simulación de combates para justificar asesinatos hasta la tortura y desaparición forzada de civiles inocentes. Uno de los relatos más impactantes involucra a José Alain Cifuentes Lozada y a un menor de edad, quienes fueron secuestrados y desaparecidos. También se conoció el escalofriante caso de un particular que entregó a una de las víctimas, quien posteriormente fue asesinada.
El exmilitar Mauricio Cubillos Luna, en una confesión llena de vergüenza y arrepentimiento, calificó los hechos como “vergonzosos”. Sus palabras reflejan la magnitud de los crímenes cometidos por miembros de la institución, que, en lugar de proteger a la población, se dedicaron a asesinar a sangre fría a campesinos, presentándolos como bajas en combate para obtener recompensas.
Estas revelaciones, aunque dolorosas, son un paso crucial en la búsqueda de la verdad y la justicia para las víctimas y sus familias, un proceso que busca sanar las heridas de un pasado marcado por la violencia y el engaño.