Cuando una persona va a ser intervenida quirúrgicamente, hay una serie de normas que deben seguirse antes de entrar al quirófano. Aunque muchas pueden parecer obvias, otras suelen pasar desapercibidas. Una enfermera con experiencia en cirugía ha explicado cuáles son las cosas que nunca deberían llevarse al quirófano, y los motivos van mucho más allá de la comodidad.
1. Joyas y piercings
Antes de una operación, es fundamental quitarse todos los pendientes, anillos, collares, relojes y piercings. Estos objetos pueden engancharse durante la intervención, aumentar el riesgo de infecciones y, en algunos casos, provocar quemaduras si se utiliza bisturí eléctrico, ya que el metal puede conducir la electricidad.
2. Prótesis dentales removibles
Las dentaduras postizas móviles, así como dispositivos dentales removibles como férulas o alineadores tipo Invisalign, deben retirarse antes de la cirugía. Esto se debe a que pueden desplazarse durante la anestesia o entorpecer el proceso de intubación. En cambio, los implantes fijos y los brackets no suelen representar un problema.
3. Ropa interior y calcetines
Aunque pueda parecer extraño, también hay que quitarse la ropa interior y los calcetines antes de entrar al quirófano. Esta medida ayuda a mantener un entorno lo más estéril posible y permite un acceso inmediato al cuerpo si ocurre una emergencia durante la intervención.
4. Tampones y copas menstruales
En caso de estar menstruando, no se deben utilizar tampones ni copas menstruales durante la operación. Estos productos pueden quedar olvidados en el cuerpo si no se retiran, lo que implicaría un riesgo grave de infección. El personal médico está preparado para ofrecer alternativas higiénicas y seguras en estas situaciones, como compresas externas o empapadores estériles.




