La halitosis o mal aliento puede tener múltiples causas, y aunque la higiene oral es una de las más importantes, la alimentación también desempeña un papel clave. Existen alimentos que, a pesar de ser comunes y saludables, pueden provocar olores desagradables en la boca debido a su composición química. El sitio Advance Dental Center identificó cuatro alimentos que sorprenden por su capacidad de afectar el aliento.
1. Café: el aliado mañanero con efecto indeseado
El café es una de las bebidas más consumidas a diario, pero su consumo excesivo puede provocar resequedad en la boca y acidez, lo que reduce la producción de saliva. Una boca seca facilita la proliferación de bacterias responsables del mal aliento.
2. Productos lácteos: saludables, pero traicioneros
Leche, queso y yogur aportan proteínas que, al descomponerse, pueden liberar compuestos de azufre. Estos compuestos generan un olor particular que, aunque no siempre perceptible, puede acentuarse si no se tiene una adecuada higiene oral.
3. Atún enlatado: fuente de proteína con aroma fuerte
Aunque es una opción saludable, el atún enlatado contiene trimetilamina, un compuesto que produce un olor penetrante y persistente, tanto en el aliento como en las manos al manipularlo.
4. Frutas cítricas: acidez que reseca la boca
Las naranjas, limones o mandarinas son ricas en vitamina C, pero su alta acidez puede resecar la boca. Esto, al igual que el café, disminuye la saliva y favorece la aparición del mal aliento. Beber suficiente agua es esencial para contrarrestar este efecto.
Recomendaciones para mantener un aliento fresco
La Clínica Mayo sugiere varios cuidados básicos para combatir la halitosis:
- Cepíllese los dientes mínimo dos veces al día, especialmente después de comer.
- Use hilo dental una vez al día para eliminar residuos entre los dientes.
- Limpie la lengua con el cepillo o raspador, donde también se alojan bacterias.
- Mantenga la boca hidratada, evitando el exceso de café o alcohol.
- Evite alimentos como ajo y cebolla, que dejan olores persistentes.
- Visite al odontólogo cada seis meses para limpieza y revisión profesional.




