En el centro poblado San Andrés, zona rural del municipio de Tello, Huila, un nuevo hecho de sangre estremeció a la comunidad. Yamid Sotto, conocido por algunos en la región, fue asesinado dentro de un establecimiento comercial donde compartía unos tragos con varios amigos. Todo transcurría con normalidad, hasta que irrumpieron dos sujetos armados que le arrebataron la vida sin decir una sola palabra.
El ataque fue directo y certero. Cuatro impactos de bala bastaron para dejar sin vida a Sotto en el lugar de los hechos. Testigos afirman que los atacantes llegaron al sitio con paso decidido, ingresaron al establecimiento y, sin titubeos, ejecutaron la acción en pocos segundos. El cuerpo del hombre quedó tendido ante la mirada atónita de los presentes, que poco pudieron hacer más allá de buscar resguardo.
El primero en actuar
Tras el ataque, la reacción inmediata vino del presidente de la Junta de Acción Comunal, quien tomó el teléfono y se comunicó con la Estación de Policía de Tello. Coordinó con las autoridades el levantamiento del cuerpo y su posterior traslado al casco urbano, donde se adelantarían los procedimientos de rigor.
La escena del crimen quedó acordonada por unidades de la Policía Judicial que llegaron horas más tarde, en medio del desconcierto generalizado de la comunidad, que no terminaba de comprender lo sucedido.
Pasado judicial
Las primeras indagaciones sobre la vida de Yamid Sotto empezaron a revelar detalles que podrían dar pistas sobre las causas del crimen. De acuerdo con información oficial, el hombre presentaba cinco anotaciones en el sistema SPO: dos por el delito de concierto para delinquir agravado con fines de narcotráfico y tres por tráfico, fabricación o porte de estupefacientes.
Este historial ha llevado a las autoridades a no descartar que el crimen esté relacionado con retaliaciones dentro del mundo del narcotráfico o conflictos derivados de negocios ilegales.
Silencio entre testigos
Aunque el homicidio ocurrió frente a varios testigos, pocos se atreven a hablar con las autoridades. Algunos por temor a represalias, otros por desconfianza o por desconocimiento de los agresores. El hermetismo ha sido uno de los principales obstáculos para esclarecer con rapidez este nuevo crimen que enluta al departamento del Huila.
La Policía, por su parte, ha hecho un llamado a la comunidad para entregar información confidencial que permita identificar a los responsables del homicidio, garantizando absoluta reserva para quienes colaboren con la investigación.
Justicia entre sombras
Para las autoridades, el reto ahora es doble: esclarecer el crimen y evitar que el miedo silencie a la comunidad. Mientras los investigadores trabajan en reconstruir las últimas horas de vida de Sotto y establecer posibles enemigos o deudas pendientes, la familia exige respuestas y la población espera acciones que impidan que este tipo de hechos se conviertan en el pan de cada día.




