Un verdadero drama viven los ocañeros que por estos días han padecido el flagelo de la violencia en los más recientes hechos de sangre ocurridos en las últimas 48 horas; las autoridades por ahora no tienen pistas de los autores materiales e intelectuales de estos crímenes que conmociona a los habitantes de Norte de Santander y al resto del país.
El encuentro
Dos hombres fueron hallados a la orilla de una carretera en la vereda San Agustín del Agua de la Virgen, corregimiento de Ocaña, con heridas de bala en diferentes partes de su cuerpo. Moradores de la zona que fueron quienes encontraron los cuerpos, dieron aviso a las autoridades que de inmediato desplegaron un operativo en el área circundante.
Al lugar llegó el personal del CTI y de medicina legal para realizar el levantamiento de los cadáveres que habrían sido asesinados la noche anterior. Según versiones extraoficiales, al revisar minuciosamente la escena del crimen se percataron de que el homicida habría dejado un panfleto en un papel de color blanco en el que los acusaba de extorsionistas.
Los nombres
En los documentos que portaban los jóvenes eran identificados como Luis David Solano, de 20 años, natural del municipio de Chimichagua, Cesar y Miguel Ángel Claro, de 19 y oriundo de San José del Fragua, en el Caquetá.
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Este último al parecer vivía con unos familiares que lo estaban acogiendo en su hogar mientras terminaba sus estudios. Allegados afirman que creen que es imposible que un muchacho tan joven y tan noble pudiera tener esos alcances en la criminalidad.
La investigación
Aunque se desconocen los móviles de este doble homicidio, las autoridades ya se encuentran adelantando las respectivas averiguaciones y recopilación de elementos probatorios que conduzcan al paradero de los culpables de estos asesinatos que hoy tienen a toda una comunidad en completa intranquilidad y zozobra, ya que en los últimos dos días se han presentado 3 crímenes más de la misma magnitud
Pie de foto: Miguel Ángel Claro, occiso.
