En el barrio San Antonio de la ciudad de Villavicencio, la presencia de un ladrón que sembraba el miedo entre los vecinos. Durante varias noches, las personas despertaban con la amarga sorpresa de vehículos vandalizados y pertenencias robadas, lo que generó un clima de inseguridad y desconfianza en la comunidad.
Sucesos
La situación llegó a un punto crítico cuando los vecinos decidieron tomar justicia por cuenta propia. Hartos de la impunidad y la sensación de vulnerabilidad, organizaron guardias nocturnas y comenzaron a investigar por su cuenta. Con astucia y determinación, identificaron al presunto ladrón y empezaron a seguir sus movimientos.
Después de días de vigilancia y paciencia, lograron sorprender al individuo en pleno acto delictivo. Rápidamente, lo rodearon y lo sometieron, impidiéndole cualquier intento de escape. La ira acumulada y la adrenalina desencadenaron una reacción en los vecinos, quienes, en un arrebato de indignación y justicia popular, procedieron a golpear al ladrón. En medio de la furia, le arrancaron la ropa y le quitaron un cuchillo que portaba, una herramienta que el ladrón presumiblemente usaba en sus robos.
Finalmente, entre la multitud y el alboroto, algunos vecinos decidieron llamar a las autoridades locales, conscientes de que la situación podría salir aún más de control. La llegada de la policía dispersó a los implicados y puso fin a la escena de violencia, aunque no sin dejar un rastro de tensión y controversia en el barrio San Antonio.
Comunidad
Este incidente dejó una profunda huella en la comunidad, reflejando no solo la frustración ante la inseguridad, sino también el dilema moral de tomar la ley en las propias manos. Aunque la reacción de los vecinos fue motivada por el deseo de protegerse mutuamente y de hacer justicia por los actos delictivos sufridos, también generó un debate sobre los límites de la justicia popular y la necesidad de fortalecer la seguridad ciudadana de manera institucional. Según Carlos Fernando Mora comento para el diario Extra “Todo ladrón que llegue a robar al barrio San Antonio se le dará una golpiza y si llegan en motocicletas le vamos a quemar la moto, para que dejen de robar por acá, nosotros como comunidad ya estamos cansados de tanto vandalismo, es horrible llegar a la casa con miedo porque lo intentan atracar y nosotros y nuestros hijos no pueden ni salir en la tarde noche porque ya se vuelve muy peligroso, nos cansamos y tomamos la justicia por nuestras manos”.




