Andrés Felipe Suesca fue víctima de un ataque armado que conmocionó la región.
El norte del Tolima volvió a ser escenario de la violencia el pasado sábado 30 de agosto de 2025, cuando un joven perdió la vida en un ataque con arma de fuego. La víctima fue identificada como Andrés Felipe Suesca, de 23 años, residente en el municipio de Falan. El hecho ocurrió en el sector conocido como Patio Bonito, en la vía que conecta a Falan con Palocabildo.
Según los reportes preliminares, Suesca fue atacado a tiros en plena vía, recibiendo impactos que lo dejaron gravemente herido. Personal médico lo atendió inicialmente en el lugar, y de inmediato fue trasladado en ambulancia al Hospital Ricardo Acosta. Debido a la complejidad de sus heridas, el joven fue remitido al Hospital San Juan de Dios de Honda. Aunque ingresó con signos vitales, lamentablemente falleció minutos después pese a los esfuerzos de los galenos.
El teniente coronel Michael Leal Leal, comandante operativo de Seguridad Ciudadana del Tolima, confirmó que la víctima presentaba lesiones de arma de fuego. Asimismo, sostuvo que ya se activaron los protocolos de investigación criminal e inteligencia para dar con los responsables del violento hecho.
Investigación
El caso quedó en manos del Cuerpo Técnico de Investigación (CTI), en coordinación con la Fiscalía, quienes adelantan los actos urgentes. Mientras tanto, la Policía del Tolima hizo un llamado a la ciudadanía para aportar información que ayude a esclarecer el homicidio y llevar ante la justicia a los culpables.
Este ataque no solo cobra la vida de un joven con futuro por delante, sino que además incrementa la zozobra en la región. En los últimos meses, se han registrado varios ataques sicariales en el norte del Tolima, una situación que mantiene en alerta a las autoridades y genera temor entre los habitantes de municipios como Falan, Palocabildo y zonas aledañas.
El crimen de Andrés Felipe Suesca es reflejo de una problemática creciente en el territorio tolimense, donde la violencia armada amenaza la tranquilidad de sus comunidades. La población exige respuestas inmediatas y acciones contundentes para frenar esta ola de sangre.
