El caso de la muerte de Saín Escárraga y su hija Hasbleidy en Soacha se desarrolló el 11 de enero de 2025, cuando Alexander Vargas Cortés presuntamente cometió un doble homicidio. Hasbleidy, de 27 años, fue la primera en llegar a su vivienda y, tras la visita de técnicos, Vargas entró. Aprovechando que ella estaba sola, la agredió sexualmente y luego la golpeó hasta matarla, según informó la Fiscalía el 30 de enero de 2025. Vargas fue capturado un día antes de esta declaración, gracias a un hallazgo clave que obligó a las autoridades a actuar rápidamente para evitar su fuga. La investigación indica que permaneció en el lugar y, al regresar Saín Escárraga, lo atacó con un arma cortopunzante, provocándole la muerte.
Investigación
Sin embargo, la investigación del Cuerpo Técnico de Investigación (CTI) de la Fiscalía y la Policía Metropolitana de Soacha reveló inconsistencias en esta primera hipótesis. Para esclarecer los hechos, se analizaron grabaciones de cámaras de seguridad del conjunto residencial y se tomaron declaraciones a los vecinos. A través de estos testimonios, se descubrió que Alexander Vargas Cortés, un vecino que tenía acceso a la vivienda, había modificado la escena del crimen para hacer parecer que el padre había asesinado a su hija y luego se había quitado la vida.
Vargas, que estaba cumpliendo con una medida de prisión domiciliaria por una condena previa de 36 años por homicidio, fue capturado tras la recopilación de pruebas que lo incriminaban. La familia había confiado las llaves de su hogar a Vargas debido a una visita programada de técnicos, lo que le permitió acceder al lugar en el momento del crimen. La conmoción en la comunidad fue profunda, al descubrir que el responsable de este aberrante acto era un vecino conocido. La investigación sigue en curso para esclarecer todos los detalles de este trágico suceso.
