Natalia Gala del Sol tenía apenas 23 años cuando, en plena pandemia, encerrada en su cuarto en Cali, comenzó a gestar lo que hoy es uno de los largometrajes colombianos más innovadores de los últimos años. Así nació Llueve sobre Babel, una comedia negra fantástica que ha recorrido más de 21 festivales internacionales, incluyendo el Festival de Cine de Sundance y el Festival Internacional de cine de Róterdam 2025, que propone una mirada fresca y provocadora sobre la ciudad, la muerte y la sanación colectiva.

El punto de partida fue un taller virtual con actores caleños, donde Gala, recién graduada de sus estudios de cine en Los Ángeles, propuso ejercicios de creación de personajes como medio de catarsis. De esas dinámicas nació el mundo de Babel, una Cali de otra dimensión, rebautizada como la ciudad de Maya: una urbe retrofuturista, trópico punk, donde coexisten elementos del pasado y del futuro, personajes mitológicos y figuras del común. Una mezcla de realismo mágico, estética steampunk y crítica social que rompe con los moldes tradicionales del cine colombiano.
La historia gira en torno a la Flaca, una encarnación de la muerte de Cali: una mujer afro divina y rumbera, que apuesta años de vida con borrachos en bares de mala muerte. Babel, el bar central de la historia, resulta ser el purgatorio donde convergen las vidas de distintos personajes: Jacob, el hijo de un pastor que quiere ser drag queen; el boticario, que es el diablo; y su esposa Erat, un ángel guardián. Todos ellos se cruzan con la Flaca en una narrativa fragmentada que entrelaza historias de amor, reconciliación y empoderamiento. Al final, todo en Babel converge en un poderoso mensaje de sanación.
Producción extraordinaria
La producción de Llueve sobre Babel fue tan extraordinaria como su historia. Rodada enteramente en Cali, Gala y su equipo transformaron locaciones reales como La Topa Tolondra, el Teatro Jorge Isaacs en escenarios oníricos. El edificio Art Deco frente a Centenario, se convirtió en un set de múltiples niveles, cada uno con una atmósfera distinta.
Esta ambiciosa producción no habría sido posible sin el apoyo incondicional de su familia, quienes se involucraron en todas las fases: sus padres, su pareja, sus hermanos y hasta su prima abogada. “Fue una empresa familiar”, afirma Gala, “aprendimos todo desde cero, incluso cómo se produce cine en Colombia”.
Desde su estreno mundial en el Festival de Sundance —el más importante del cine independiente en EE.UU. — Llueve sobre Babel no ha parado.
La película ha sido proyectada en festivales de todo el mundo y ha recibido ovaciones y críticas entusiastas. En Rotterdam, un hombre mayor le confesó a Gala que, gracias a Llueve sobre Babel, comprendió mejor a las personas queer. En Sundance, una joven entre lágrimas le agradeció por haberla ayudado a sanar el rechazo de su madre por tener novia.
“Para mí, ese tipo de respuestas lo justifican todo. Saber que una historia puede tocar, puede sanar, me confirma que valió la pena cada obstáculo del proceso”, cuenta Gala. Estos testimonios, demuestran el poder transformador del cine que nace desde lo personal y lo auténtico.
Ahora, con 29 años, Natalia Gala del Sol no solo está lanzando su película, sino que también se prepara para una gira nacional que llevará Llueve sobre Babel a diversas ciudades del país. Lo que empezó como un acto de supervivencia emocional durante la pandemia, hoy es un fenómeno que está cambiando la percepción del cine colombiano a nivel global.
“Este es apenas el comienzo”, dice Gala. Y todo parece indicar que así será.
Cali tiene historias que merecen ser contadas
Es por ello que Estudios Takeshima trabaja en pro de impulsar el cine caleño. Esta ciudad está llena de historias y talentos que merecen ser visibilizados y llevados a la pantalla. A través de procesos de formación, acompañamiento creativo y apoyo a la producción, Estudios Takeshima contribuye a fortalecer el ecosistema audiovisual local y a visibilizar iniciativas como Llueve sobre Babel, que reflejan la potencia creativa de la ciudad.
El cine que nace en Cali tiene voz, identidad y fuerza —y Estudios Takeshima está allí para amplificarlo.




