Llaneros Fútbol Club atraviesa una etapa crítica tras una serie de resultados adversos que han encendido las alarmas sobre su posible descenso a la segunda división, evocando el desafortunado destino de Centauros Villavicencio en 2003. La reciente derrota 3-0 ante Independiente Medellín en el estadio Atanasio Girardot ha intensificado las críticas hacia el desempeño del equipo.
Debilidades
El encuentro en Medellín evidenció las debilidades defensivas de Llaneros, permitiendo al conjunto local dominar el partido y asegurar una victoria contundente. Este resultado se suma a una racha de actuaciones insatisfactorias que han dejado al equipo llanero en una posición comprometida en la tabla de clasificación.
La situación actual de Llaneros recuerda la historia de Centauros Villavicencio, el primer equipo del Meta en alcanzar la Primera A en 2003. A pesar de un prometedor inicio que los llevó a las cuadrangulares semifinales del Torneo Apertura, una serie de decisiones administrativas y resultados negativos en el Torneo Finalización los condenaron al último lugar en la tabla de descenso, precipitando su retorno a la segunda división en el mismo año.
La trayectoria de Centauros sirve como un recordatorio de los desafíos que enfrentan los clubes regionales para mantenerse en la élite del fútbol colombiano. Tras su descenso, Centauros continuó en la Primera B hasta 2011, año en que, debido a problemas financieros y falta de apoyo institucional, el equipo fue trasladado a Popayán y renombrado como Universitario de Popayán, desapareciendo así del panorama futbolístico de Villavicencio.
La afición y los analistas deportivos expresan su preocupación por la posibilidad de que Llaneros siga un camino similar. La falta de resultados positivos, sumada a problemas internos y decisiones cuestionables por parte de la directiva, han generado un clima de incertidumbre en torno al futuro del club.
