Susan denuncia presuntos sabotajes y anomalías en entrega de unidad médica al Hospital Sumapaz.
El municipio de Icononzo está viviendo un verdadero terremoto político y social tras la entrega de una unidad médico odontológica por parte del Ministerio de Salud al Hospital Sumapaz. Esta inversión, que supera los 539 millones de pesos y debía fortalecer la atención en salud, terminó envuelta en un grave escándalo que despierta indignación y sospechas de corrupción en la comunidad. La abogada y ex candidata a la Alcaldía, Susan Porras, encendió la alarma luego de denunciar que varios funcionarios habrían intentado sabotear la socialización del vehículo equipado para prestar servicios médicos en zonas rurales. Según ella, no solo intentaron impedir la rendición de cuentas pública, sino que también habrían mentido sobre el estado operativo de la unidad.
Porras sostuvo que el hospital argumentó inicialmente que el vehículo no podía entrar en funcionamiento por falta de póliza. Esta explicación dejó a los asistentes desconcertados, debido a que la comunidad esperaba una puesta en marcha inmediata del servicio. La sorpresa llegó horas después, cuando la ex candidata recibió vídeos donde se veía la unidad médica circulando libremente por las calles del municipio. La indignación creció rápidamente. Porras afirmó que si no existía póliza, entonces el movimiento del vehículo era una irregularidad que podría generar un detrimento patrimonial.
La denunciante aseguró que varios funcionarios del hospital interrumpieron repetidamente la socialización con gritos y presiones. Su objetivo habría sido silenciar cuestionamientos sobre el uso de recursos públicos. La comunidad presente calificó el ambiente como tenso y aseguró que parecía que algo querían ocultar. Icononzo exige claridad y una investigación seria para saber quién autorizó el traslado de la unidad, bajo qué condiciones y con qué respaldo legal.
Porras anunció formalmente que elevará el caso ante la Contraloría General de la República. Su denuncia busca frenar lo que considera un manejo irresponsable y posiblemente corrupto de los bienes destinados a la salud. La población teme que la unidad termine convertida en un elefante blanco o utilizada para fines distintos a los que fueron financiados. Hasta el momento, el Hospital Sumapaz guarda silencio absoluto. Ningún funcionario ha respondido a los señalamientos, lo que incrementa la desconfianza ciudadana y deja al aire una pregunta clave: ¿qué están tratando de ocultar?




