Treinta y tres soldados colombianos fueron puestos en libertad después de haber sido retenidos durante tres días por la comunidad en El Retorno, Guaviare. La Defensoría del Pueblo, la ONU y la OEA lograron un acuerdo que garantizó su liberación pacífica, en medio de tensiones por enfrentamientos con disidencias armadas.
Tras tres días de cautiverio en Guaviare, 33 soldados fueron liberados gracias a la mediación de la Defensoría del Pueblo, la ONU y la OEA. El incidente ocurrió tras enfrentamientos con disidencias de las FARC que dejaron decenas de fallecidos y capturados.
Guaviare, agosto de 2025.
Treinta y tres soldados del Ejército colombiano fueron liberados esta semana tras haber estado retenidos durante tres días en la zona rural del municipio de El Retorno, departamento del Guaviare. El incidente ocurrió luego de enfrentamientos entre el Ejército y disidencias del Estado Mayor Central (EMC) de las FARC, en los que murieron 10 insurgentes, incluido un comandante, y varios fueron capturados.
La comunidad local, presionada por los remanentes armados, impidió que los militares se retiraran del lugar, desencadenando lo que el gobierno calificó como un secuestro pese a que el alcalde de El Retorno insistió en que se trató de una protesta civil.
La liberación fue posible gracias a la mediación de la Defensoría del Pueblo, la Misión de Apoyo al Proceso de Paz de la OEA y la ONU, así como de autoridades locales. La ombudswoman Iris Marín anunció la noticia por redes sociales, invitando además a no estigmatizar a la comunidad afectada
Datos clave:
- Incidente sucedido tras el choque que dejó 10 insurgentes muertos.
- Se revisó el número de soldados retenidos: inicialmente 34, luego confirmado en 33.
- Las fuerzas de seguridad están desplegadas en la región ante el aumento de tensión.
La liberación de los soldados resalta tanto la fragilidad del orden en zonas rurales dominadas por disidencias armadas como la importancia de la mediación civil e internacional para evitar confrontaciones armadas. Este episodio subraya la necesidad de fortalecer presencia estatal y construir confianza con comunidades en territorios afectados por años de conflicto.



