En medio de los operativos realizados por la Policía del Departamento del Meta, se logró en las últimas horas la captura de dos importantes jíbaros del municipio de Puerto López, quienes fueron identificados como Harold Bedoya González y Lizeth Dayana Rodríguez Turriago de 24 y 23 años respectivamente, los cuales, están acusados de ser dos de las personas más dinamizadoras en la actividad del microtráfico en esa parte del territorio llanero.
De acuerdo con la información suministrada por la fuerza pública, el operativo se realizó en el casco urbano de Puerto López, hasta donde llegaron varios hombres pertenecientes a la Policía SIPOL, la cual, venía investigando hace un buen tiempo a este grupo delincuencial y con la ubicación conseguida junto con el material probatorio suficiente, decidieron llevar a cabo el allanamiento.
Los uniformados derrumbaron las puertas de la casa que oficiaba como expendio de sustancias alucinógenas y desde donde salían cuantiosos gramos de diferentes tipos de droga que terminaban en las calles del municipio en mención. Una vez dentro del predio, los señalados fueron capturados y empezaron a revisar toda el área.
En un sector de la vivienda hallaron distintos elementos para la elaboración de estupefacientes, como grameras, licuadoras y bolsas herméticas, además, se encontraron varias papeletas de cocaína junto con una gran cantidad de marihuana. Los policías al evidenciar el material probatorio, lo procesaron y procedieron a decomisarlo para presentarlo ante la autoridad competente.
Por su parte, al igual que todos los elementos incautados, el hombre y mujer arrestados, fueron trasladados a la Fiscalía No 12 de Puerto López, donde deberán comparecer penalmente por el delito de tráfico, fabricación o porte de estupefacientes. Al parecer, ya se efectuó el proceso de judicialización y se proseguirá a legalizar su captura.
La Policía del departamento del Meta, indicó que este resultado es un golpe contundente a las estructuras del microtráfico en los llanos orientales y además, se afecta la economía de grupos criminales, quienes estarían manejando sus negocios a través de estos sujetos, los cuales ofician como jíbaros o expendedores en diferentes lugares del territorio.



