León sufrió una dura derrota por 2-0 ante América en un partido donde el equipo no logró traducir su superioridad en posesión en resultados concretos. Con solo seis remates y uno a puerta, el equipo verdiblanco mostró dificultades ofensivas evidentes, lo que reflejó una falta de efectividad que terminó costando caro en esta jornada.
Pese a mantener el 54% de la posesión del balón, León no pudo capitalizar ese dominio y sufrió la presión de un América que con menor tiempo con el balón generó más opciones y contundencia, marcando las diferencias en el marcador. Los ocho tiros de esquina del rival frente a solo dos de León son un claro indicativo del dominio territorial que el cuadro local impuso en momentos clave.
La derrota llega en un momento de incertidumbre para León, especialmente por la situación de James Rodríguez, uno de sus jugadores más emblemáticos. Prácticamente en sus últimos partidos con la camiseta número 10 del club, la salida del mediapunta colombiano parece inminente, generando dudas en el entorno verdiblanco.
Según fuentes cercanas, el destino de James Rodríguez estaría encaminado hacia la Major League Soccer (MLS), aunque tampoco se descartan ofertas de clubes mexicanos como Monterrey o América, quienes ya habrían mostrado interés por el pase del goleador del Mundial de Brasil 2014.
La posible partida de James representa un reto adicional para León, que además de buscar recuperarse en el campeonato deberá comenzar a pensar en cómo reorganizar su ofensiva sin la presencia del jugador que ha sido pieza clave en su esquema táctico.
En términos de juego, León tuvo un partido complicado; con solo seis remates y una falta considerable, el equipo no logró superar la presión de América, que con un estilo más agresivo y efectivo se llevó los tres puntos. Además, las solo dos tarjetas amarillas recibidas no alcanzaron para controlar el juego del adversario, que dominó la ofensiva.
El duelo de vuelta y el futuro inmediato de León se presentan como un desafío mayúsculo, donde además de revertir resultados, deberán resolver el vacío que dejaría la salida de James Rodríguez, un jugador cuya calidad y liderazgo han sido fundamentales para el equipo desde su llegada.
