La Procuraduría General de la Nación sancionó a Luis Eduardo Castro, exalcalde de Yopal, quien tuvo la osadía de invitar a los hombres de esa población a “consumir producto colombiano”, refiriéndose de manera explícita a las trabajadoras sexuales migrantes que ejercían el oficio más antiguo del mundo en la capital casanareña.
El mal chiste, que Castro tuvo el desatino de echar en una rueda de prensa el 6 de abril de 2021, lejos de ser un simple comentario, fue interpretada por el ministerio público como un acto de violencia y discriminación contra la mujer, al considerar que esa declaración reducía la dignidad humana a la de un objeto o producto de consumo.
Según la Procuraduría, la gravedad de la afirmación radicó en su carga de desprecio y en la promoción de la exclusión hacia mujeres migrantes que, por la difícil situación que se vive en Venezuela, no tuvieron más opción que salir de su país para alcanzar sustento de cualquier manera.
De acuerdo con el ente de control, el llamado del exalcalde no solo fue un acto de discriminación, sino que también contribuyó a estigmatizar aún más a un grupo vulnerable, profundizando las brechas sociales y fomentando un ambiente de intolerancia y rechazo. La indignación pública no se hizo esperar, pues el exalcalde, como representante de la autoridad local, debía promover el respeto y la inclusión, no la segregación.
El ente de control disciplinario calificó la conducta de Luis Eduardo Castro como grave y dolosa, señalando que su responsabilidad como servidor público implicaba un deber ético y legal de proteger los derechos humanos y la dignidad de todas las personas, sin importar su condición o nacionalidad.
La sanción impuesta fue una suspensión de tres meses y una inhabilidad especial, que se tradujo en una multa equivalente a tres meses de salario, dado que el exalcalde ya no ocupa el cargo. Es decir, el alcalde tendrá que pagar, por el chistecito, más de 44 millones de pesos.




