
Le deseo lo mejor, confiando en que seguirá creciendo sin dejarse vencer por la codicia, esa enemiga de la revolución.»
«El corazón debe estar siempre con los más pobres, con lo justo. Nunca debemos dejarnos conquistar por la codicia, porque es enemiga tanto de la revolución como de la vida. Espero que hoy Laura sea una mujer aún mejor que cuando la conocí.»
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