Para preparar una lasaña clásica, comienza cocinando la pasta según las instrucciones del paquete hasta que esté al dente. Mientras tanto, prepara la salsa de carne. En una sartén grande, calienta aceite y sofríe cebolla y ajo picados hasta que estén transparentes. Añade carne molida y cocina hasta que se dore uniformemente. Incorpora tomate triturado, un poco de pasta de tomate, sal, pimienta, orégano y una pizca de azúcar para balancear la acidez. Cocina a fuego lento unos 15–20 minutos, removiendo ocasionalmente.
Prepara la salsa bechamel derritiendo mantequilla en una olla, agregando harina y cocinando un minuto. Vierte leche caliente lentamente, batiendo constantemente para evitar grumos. Cocina hasta que espese y añade sal, pimienta y nuez moscada al gusto.
En una bandeja para horno, coloca una capa fina de salsa de carne en el fondo para que la pasta no se pegue. Luego, coloca una capa de láminas de lasaña, otra capa de carne y un poco de bechamel. Repite hasta llenar la bandeja, terminando con bechamel y queso rallado encima.
Hornea en horno precalentado a 180 °C durante 30–35 minutos hasta que la superficie esté dorada y burbujeante. Retira y deja reposar 10 minutos antes de servir para que la lasaña se asiente y sea más fácil cortarla.
