Las redes sociales son la principal fuente de información para los millennials y la Gen Z

Un reciente estudio elaborado por DKC a partir de encuestas realizadas a 2300 personas, muestra que tanto los millennials como los miembros de la Gen Z prefieren las redes sociales para mantenerse informados; dejando en un segundo plano la prensa tradicional, con independencia de si se presenta en formato digital o en papel. Se trata de una tendencia que ya era conocida, pero que parece acentuarse cada vez más, y aviva de nuevo el debate.
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Un reciente estudio elaborado por DKC a partir de encuestas realizadas a 2300 personas, muestra que tanto los millennials como los miembros de la Gen Z prefieren las redes sociales para mantenerse informados; dejando en un segundo plano la prensa tradicional, con independencia de si se presenta en formato digital o en papel. Se trata de una tendencia que ya era conocida, pero que parece acentuarse cada vez más, y aviva de nuevo el debate.

Facebook parece condenada al olvido

Hay algunas diferencias interesantes con respecto al uso de las redes sociales entre ambas generaciones. Una de las más destacadas es el uso de Facebook, que se mantiene como la primera opción entre los millennials, pero pasa a ser solo la quinta entre la Gen Z. Las generaciones más jóvenes de usuarios de internet optan fundamentalmente por YouTube, Instagram, TikTok y Snapchat para informarse durante su día a día.

El uso de TikTok ha crecido entre los millennials, pero se mantiene por debajo de la mayoría de redes sociales. Además, los recientes rumores que apuntan a una posible censura, total o parcial, de TikTok en los Estados Unidos podrían desencadenar una pérdida de usuarios drástica de esta plataforma, ya que sospechas de injerencias del gobierno chino.

El peligro de las ‘fake news’

Cuando hablamos en una misma conversación las redes sociales y las noticias, el resultado del cóctel acostumbra a ser ‘fake news’. La falta de control sobre lo que publican los usuarios en las principales redes sociales está constituyéndose como uno de los principales problemas a la hora de controlar el flujo de las noticias falsas online, con el problema añadido de que con frecuencia se utilizan auténticos ‘ejércitos’ de bots para tratar de condicionar a la opinión pública ante temas críticos como unas elecciones o la guerra de Ucrania.

Las ’fake news’ y la censura ideológica de las redes sociales están en boca de todos durante los últimos meses tras la compra de Twitter por parte de Elon Musk. La publicación de los ‘Twitter Files’ por parte de la nueva dirección de la compañía demostraban la injerencia del gobierno de los Estados Unidos a la hora de censurar a usuarios particulares en Twitter, mientras que los partidarios de la anterior dirección sostienen que se han reducido los controles en torno a las ‘fake news’ y el ‘hate speech’.

La privacidad también está en riesgo

Pero este no es el único peligro de las redes sociales. Desde hace años se viene advirtiendo de los riesgos de la recopilación masiva de datos de los usuarios de Facebook, TikTok y otras plataformas sociales. Esto ha sido especialmente flagrante en el caso de Facebook, que una y otra vez ha operado al límite de la legalidad a la hora de recopilar información privada de sus más de 2 000 millones de usuarios en todo el mundo.

Estos mensajes de advertencia parecen haber ido calando entre la población, que no solo está dejando de usar Facebook de manera gradual, sino que además está utilizando herramientas de ciberseguridad y protección de la privacidad como una iOS VPN. El cifrado de estas redes privadas virtuales, el borrado de cookies de los navegadores, el uso de contraseñas robustas y la moderación a la hora de publicar contenidos empiezan a marcar un antes y un después en el uso de este tipo de plataformas sociales.

Diversificar las fuentes de información es clave

Sea como sea, parece claro que depender de un puñado de influencers para mantenernos informados de lo que ocurre en el mundo no es la mejor idea. Pero tampoco es buena idea elegir dos o tres diarios y seguir al pie de la letra todo lo que dicen. Si hay algo que ha quedado claro en la ‘guerra de la información’ de los últimos años es que todos los medios de comunicación tienen agendas políticas que condicionan tanto lo que dicen como lo que no.

La censura por omisión está siendo cada vez más habitual tanto en la prensa tradicional como en las redes sociales. No se miente al callar, pero sí que se puede manipular el discurso y la forma de pensar de una audiencia. Por eso, diversificar nuestra exposición a una variedad de fuentes de información lo más amplia posible es la mejor opción que tenemos a nuestro alcance para minimizar el impacto de las ‘fake news’ y la manipulación informativa.


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