¿Cómo es posible que una herramienta como las estufas de gas que se usan con frecuencia en la cocina hacen tanto daño a la salud y ni siquiera lo llegaste a imaginar? Es que la utilización de este instrumento incrementa el nivel de emisiones.
Los profesionales de la Junta de Recursos del Aire de California han sido enfáticos en aseverar que las cocinas que funcionan a gas liberan grandes cantidades de contaminantes. Lo hacen incluso cuando están apagadas
Estos expertos también aseguran que la principal sustancia contaminante que deriva de estas estufas es el dióxido de nitrógeno. Cuando una persona se expone constantemente, puede presentar problemas severos de asma. Por lo mismo, muchos niños están usando cada vez más inhaladores.
Estufas a gas empeora condición de asmáticos
Pero no es todo, ya que los estudios han revelado que el gas proveniente de las estufas que se inhala puede afectar severamente a los adultos con asma. Además, agudiza la condición de salud para aquellas personas que sufren de enfermedades pulmonares obstructivas crónicas.
En el hogar, el dióxido de nitrógeno puede desplazarse fácilmente a través del aire exterior e infiltrarse por fuentes internas. El tráfico de coches es la fuente externa más importante y la que más contamina. Las estufas que trabajan a gas son la fuente interior más destacada.
La industria del gas sostiene que las cocinas son una fuente mínima de contaminación. Es cierto para algunos hogares, tomando en cuenta el promedio de exposición durante meses o años, pero hay otros donde contribuyen más que fuentes externas, especialmente cuando hay picos de exposición a corto plazo.
Un estudio en el sur de California demostró que, por emisiones en el interior, casi la mitad de hogares superan una norma de salud basada en la hora más alta de concentración de dióxido de nitrógeno.




