Las cabañas ocultas de Piedad Córdoba

[responsivevoice_button voice="Spanish Latin American Male" buttontext="Escuchar Noticia"]
Compartir en

La exsenadora Piedad Córdoba, conocida por su participación en el Pacto Histórico, mantenía una relación oculta con el Caribe colombiano, donde poseía propiedades millonarias en la playa. En un recorrido realizado por la revista SEMANA, se descubrió que la excongresista había adquirido al menos cinco cabañas en la privilegiada zona de Playa Grau, cerca de Punta Bolívar, en el municipio de San Antero, Córdoba, las cuales, según estimaciones, tienen un valor superior a los 5.000 millones de pesos.

El vínculo de Piedad Córdoba con San Antero comenzó de una manera inesperada. En uno de sus primeros viajes a la región, la exsenadora llegó buscando descansar en un hotel de lujo, solo para descubrir que había sido engañada. Sin embargo, lejos de rendirse, comenzó a cotizar terrenos y a invertir en el sector, y en menos de una década se convirtió en propietaria de algunas de las mejores cabañas de la zona. Estas propiedades están situadas a menos de 300 metros del mar y son consideradas como unas de las más exclusivas de la región.

Sin embargo, la situación legal de las propiedades ha generado misterio. Aunque en los registros oficiales de la Alcaldía de San Antero no aparece el nombre de Córdoba como propietaria, los habitantes del municipio afirman que la exsenadora, conocida localmente como “la Negra”, es la verdadera dueña. Además, familiares cercanos y personas de confianza de la excongresista, incluidos audios y mensajes, corroboran que ella era la propietaria de estas lujosas cabañas, algunas de las cuales eran rentadas por su hijo, Camilo Castro, quien llegaba a cobrar hasta 700.000 pesos por noche.

De las cinco cabañas, algunas han perdido el esplendor que una vez las caracterizó. La primera cabaña, decorada con un sombrero artesanal y rodeada de árboles de mango, aún mantiene su estructura y sigue siendo utilizada por la familia. La segunda, conocida como «Cacica Toto», fue en su momento una de las más afamadas, pero ahora está en ruinas. La tercera cabaña, una enorme construcción de dos pisos, ya no existe, y la cuarta, vecina a la anterior, también ha sucumbido al paso del tiempo. Sin embargo, la quinta cabaña, la llamada “Casa Azul”, ha recibido una restauración reciente por parte de los hijos de Piedad Córdoba y está en mejor estado.

Además de las cabañas en Playa Grau, se rumorea que Córdoba adquirió siete hectáreas de manglar en la bahía de Cispatá, específicamente en Playa Blanca o Punta Bonita, una zona más exclusiva por su belleza natural y su alto nivel de turismo. Según varias fuentes, esta transacción se habría realizado hace unos seis años a través de una negociación con la familia del escritor Manuel Zapata Olivella, un negocio del que aún se habla en la región.

El patrimonio inmobiliario de Piedad Córdoba en el Caribe colombiano ha estado envuelto en misterio, pero ahora, a través de este informe, se devela parte de su legado en la región. La historia de estas cabañas refleja no solo su interés en la política y los negocios, sino también su conexión con un rincón exclusivo del Caribe que, pese a sus altibajos, sigue siendo testigo de su paso por la región.


Compartir en

Te Puede Interesar