El CEO de Telegram, Pavel Durov, ha sido detenido este sábado por la noche cuando bajaba de su avión privado en el aeropuerto de Le Bourget, a las afueras de París, en el contexto de una investigación sobre las actividades delictivas que tienen lugar en su plataforma, informaron varios medios franceses.
Las autoridades francesas creen que Telegram no hace todo lo posible para moderar y vigilar el contenido y los delitos que se cometen en su plataforma. La investigación, según CBS News, gira en torno a los delitos de fraude, tráfico de drogas y crimen organizado que tienen lugar en la aplicación.
La presión internacional sobre las redes sociales para que vigilen el contenido que comparten sus usuarios no para de crecer. La Ley de Servicios Digitales, de la Unión Europea, exige a las grandes empresas tecnológicas que moderen los contenidos ilegales en sus plataformas si no quieren enfrentarse a fuertes multas.
Telegram ha sido objeto de un intenso escrutinio por sus prácticas de moderación. La plataforma ha crecido hasta los 41 millones de usuarios en la UE, justo por debajo de los 45 millones que le obligarían a seguir las normas de la nueva ley.
Telegram es especialmente influyente en Ucrania y Rusia y se ha convertido en una fuente de información sobre la guerra. Sin embargo, el sitio también ha sido objeto de reiteradas críticas por albergar contenidos gráficos y engañosos en muchos de sus grupos. Sin embargo, Telegram rara vez cierra canales sin que se lo pidan las fuerzas del orden o los organismos reguladores.
Durov, nacido en Rusia, abandonó el país en 2014 tras negarse a cumplir las órdenes del Kremlin de cerrar las cuentas de grupos de la oposición en otra plataforma que él mismo fundó, VKontakte, según Reuters. Ese año, Durov vendió su participación en VKontakte.
«Prefiero ser libre a recibir órdenes de nadie», dijo Durov a Tucker Carlson en abril sobre su decisión de abandonar Rusia. Los representantes de Telegram no respondieron inmediatamente a una solicitud de comentarios




