En Colombia, la arepa de yuca se disfruta principalmente en el desayuno, aunque también acompaña almuerzos y cenas. Su textura suave y crocante por fuera la convierte en un acompañante perfecto para café, chocolate caliente, jugos frescos, hogao, suero costeño o queso campesino.
En distintas regiones, se prepara de varias formas: asadas, fritas o a la plancha. La yuca, además de ser un ingrediente económico y versátil, aporta una consistencia esponjosa y un sabor inconfundible, muy diferente al de las arepas de maíz.
Ingredientes fáciles de conseguir
La receta de arepa de yuca requiere solo ingredientes básicos, accesibles y comunes en cualquier cocina colombiana:
- 500 g de yuca fresca pelada y cortada.
- 1 cucharada de mantequilla.
- ½ taza de queso costeño o campesino (opcional).
- 1 huevo (opcional).
- Sal al gusto.
- Aceite o mantequilla para la cocción.
Con estos elementos, se pueden obtener seis arepas medianas, ideales para compartir en familia o en un desayuno tradicional colombiano.
Preparación sencilla y rápida
La preparación de las arepas toma aproximadamente 45 minutos. Comienza cocinando la yuca durante 20 minutos hasta que esté blanda. Luego, tritúrala eliminando fibras duras y mezcla con mantequilla, queso, huevo y sal hasta obtener una masa homogénea.
Divide en porciones, forma bolas y aplánalas en discos de un centímetro. Cocínalas en sartén con mantequilla o aceite por siete minutos cada lado, logrando un dorado crujiente.
El resultado es una arepa suave, sabrosa y con una textura única, perfecta para acompañar múltiples platos o disfrutarse sola con mantequilla o queso.
Conservación y valor nutricional
Cada arepa de yuca aporta aproximadamente 150 calorías, con 5 g de grasa, 23 g de carbohidratos y 3 g de proteína. Se pueden conservar en refrigeración por dos o tres días, recalentándolas en horno o sartén para mantener su crocancia.
Este plato, además de nutritivo, representa una tradición culinaria colombiana que sigue viva en las mesas del país.




