El estruendo del artefacto hizo que muchos habitantes salieran de sus casas con temor, mientras que los comerciantes cerraban sus locales de forma preventiva. Aunque no se registraron heridos ni víctimas fatales, los daños materiales y el impacto psicológico en la comunidad fueron evidentes.
El secretario de Seguridad y Convivencia del Valle del Cauca, Guillermo Londoño, condenó enérgicamente el atentado y expresó su respaldo total a la fuerza pública destacada en la zona. “Rechazamos este cobarde ataque contra la subestación de Policía de Calima Darién. No vamos a permitir que grupos al margen de la ley intenten sembrar el miedo entre los ciudadanos. Las autoridades ya se encuentran adelantando las investigaciones para dar con los responsables”, aseguró el funcionario.
Entre tanto, el Departamento de Policía Valle, a través de un comunicado oficial, informó que se desplegó un operativo especial de control en el casco urbano y la zona rural del municipio, con el objetivo de prevenir nuevos actos violentos. Además, se hizo un llamado a la ciudadanía para que suministre cualquier información que pueda conducir a la captura de los responsables del atentado.
Hasta el momento, no se ha atribuido la autoría del ataque a ningún grupo armado específico, aunque las autoridades no descartan que se trate de una acción intimidatoria por parte de organizaciones ilegales que buscan generar zozobra y desestabilizar el orden público.
El alcalde de Calima Darién también se pronunció sobre el hecho, señalando que se convocará un consejo extraordinario de seguridad para evaluar la situación y tomar medidas que refuercen la protección de la población civil y de las instalaciones institucionales.
Este nuevo ataque contra una subestación de Policía reaviva las preocupaciones por la seguridad en los municipios del centro y norte del Valle, donde persisten amenazas y presencia de grupos armados organizados. La comunidad pide mayor presencia de la fuerza pública y resultados concretos en la lucha contra el crimen organizado.
Una tensa mañana vivieron los habitantes del municipio de Calima Darién, en el centro del Valle del Cauca, luego de que fuera lanzado un artefacto explosivo improvisado contra la subestación de Policía ubicada en el sector El Muro, exactamente en la carrera 4 con calle 7. El ataque, registrado este martes, generó una fuerte detonación que sacudió al vecindario y causó alarma entre los residentes.
El estruendo del artefacto hizo que muchos habitantes salieran de sus casas con temor, mientras que los comerciantes cerraban sus locales de forma preventiva. Aunque no se registraron heridos ni víctimas fatales, los daños materiales y el impacto psicológico en la comunidad fueron evidentes.
El secretario de Seguridad y Convivencia del Valle del Cauca, Guillermo Londoño, condenó enérgicamente el atentado y expresó su respaldo total a la fuerza pública destacada en la zona. “Rechazamos este cobarde ataque contra la subestación de Policía de Calima Darién. No vamos a permitir que grupos al margen de la ley intenten sembrar el miedo entre los ciudadanos. Las autoridades ya se encuentran adelantando las investigaciones para dar con los responsables”, aseguró el funcionario.
Entre tanto, el Departamento de Policía Valle, a través de un comunicado oficial, informó que se desplegó un operativo especial de control en el casco urbano y la zona rural del municipio, con el objetivo de prevenir nuevos actos violentos. Además, se hizo un llamado a la ciudadanía para que suministre cualquier información que pueda conducir a la captura de los responsables del atentado.
Hasta el momento, no se ha atribuido la autoría del ataque a ningún grupo armado específico, aunque las autoridades no descartan que se trate de una acción intimidatoria por parte de organizaciones ilegales que buscan generar zozobra y desestabilizar el orden público.
El alcalde de Calima Darién también se pronunció sobre el hecho, señalando que se convocará un consejo extraordinario de seguridad para evaluar la situación y tomar medidas que refuercen la protección de la población civil y de las instalaciones institucionales.
Este nuevo ataque contra una subestación de Policía reaviva las preocupaciones por la seguridad en los municipios del centro y norte del Valle, donde persisten amenazas y presencia de grupos armados organizados. La comunidad pide mayor presencia de la fuerza pública y resultados concretos en la lucha contra el crimen organizado.
