La violencia volvió a golpear con fuerza en Barranquilla, dejando una estela de dolor e indignación en la comunidad. Durante la noche del domingo, un ataque sicarial sacudió el barrio La Chinita, en el suroriente de la ciudad. En este lamentable hecho, una menor de 14 años perdió la vida, y otras cuatro personas resultaron heridas. La tragedia ocurrió en la carrera 12 con la calle 17, donde varios hombres armados abrieron fuego indiscriminadamente contra los presentes.
Sharon Nikoll Sánchez Narváez, la adolescente fallecida, se encontraba entre las víctimas del ataque. Pese a los esfuerzos por salvarla, los médicos del Camino Simón Bolívar confirmaron su deceso poco después de su llegada. Por su parte, las otras cuatro personas heridas continúan recibiendo atención médica, mientras sus familias esperan con angustia noticias alentadoras sobre su estado de salud.
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Según el reporte oficial de la Policía, dos sicarios llegaron en motocicleta hasta una vivienda donde se encontraban las víctimas y dispararon de forma directa. Este acto despiadado sembró el pánico entre los habitantes del sector, quienes exigen respuestas y mayores medidas de seguridad. Las autoridades iniciaron las investigaciones para esclarecer los motivos del ataque y dar con los responsables.
La comunidad de La Chinita, visiblemente afectada, hizo un llamado urgente a las autoridades para reforzar la seguridad en el sector. «No podemos seguir viviendo con miedo», expresó un líder comunitario, quien además pidió acciones concretas para proteger a las familias y evitar que este tipo de tragedias se repitan. Este hecho trágico, que involucra a una menor de edad, ha generado un rechazo contundente por parte de la ciudadanía.
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Por último, la Policía anunció la implementación de operativos especiales en la zona para garantizar la tranquilidad de los habitantes. Sin embargo, el dolor por la pérdida de Sharon y la incertidumbre que viven las familias afectadas subrayan la necesidad de abordar con mayor urgencia los problemas de seguridad en Barranquilla. Mientras tanto, la ciudad entera clama por justicia y un cese a la violencia que ha alterado su cotidianidad.